Queridos odistas,

Desde la Oda al queque de miel que no les escribo. Se me hace mucho tiempo, pero fue tan solo a mediados de octubre. En esa Oda les conté que estaba viviendo una revolución y efectivamente así fue. Ahora viene otro tiempo, uno en el que debo recuperar la rutina, la escritura, pero solo por un mes porque el 1 de diciembre, eso espero, estaré corriendo la maratón de Valencia junto a mi marido.

Les quiero hacer un regalo, muchos de ustedes han leído mi novela Todos nuestros fuegos, pero hay varios que no. Por eso aquí tienen el primer capítulo en dos formatos: escrito y en audio.

Puedes seguir leyendo este adelanto aquí.

Es una invitación a sumergirse en el mundo de Rivka, de Olivia, de Rivka Olivia, de su travesía desde que era una chiquilla de catorce años viviendo en Williamsburg, que es un barrio de Brooklyn hasta la adultez, donde deberá enfrentar un sinfín de desafíos y el primero, el más determinante, es el incendio donde mueren sus seis hermanas y su madre. En la novela solo quedan vivos Rivka y su padre. Él está presente de una manera bien particular durante toda la novela.

¿Por qué es tan importante el primer capítulo? Imagínense que van a una fiesta con muchas expectativas, pero al entrar se dan cuenta de que en vez de los brillos, la decoración y la música, el espacio es lúgubre, sin gracia y con basura. ¿Qué harían? Salir corriendo, sin duda. Sucede lo mismo con una novela, los primeros capítulos deben ser potentes, mostrar una buena historia, captar tu atención o sino, se abandona la lectura. Estuve muchos meses trabajando en él, agregando frases, eliminando otras, jugándomela por la belleza y la poética, equilibrando el mundo que iba a presentar.

Algunos lectores me han dicho que entrar en el mundo de Rivka Schtern ha sido como vivir en un microcosmos, donde al comienzo cuesta comprender lo que se viene, pero algo te atrapa y quieres seguir en su mundo.

Les dejo abierta esta invitación. Ojalá me escriban a mi correo karen@karencodner o me dejen un comentario en Substack sobre qué les pareció este primer capítulo. Los espero.

Agradecida: De recibir tanto cariño durante las fiestas.

Aprendí: Todos los seres humanos tenemos una glándula que se llama timo que está ubicada entre el corazón y el esternón. Los griegos pensaban que allí se alojaba el alma. “Thymus” en griego significa energía vital. Cumple un rol trascendente en los primeros años de vida. Durante la gestación y la infancia funciona a su máxima capacidad pero con la llegada de la adolescencia baja su ritmo hasta que con la adultez, disminuye su tamaño y funciones. Se le denomina “involución del timo”. Si ella funciona mal, se desregula, tu cuerpo comienza a funcionar pésimo a tal nivel, que te vas consumiendo.

Fui feliz: Viendo la alegría que tuvo mi hija menor celebrando su cumpleaños.

Estaré presentando mi libro en Viña del Mar para los que me quieran acompañar. Junto a las escritoras Natalia Berbelagua y María José Aguayo. Les dejo la invitación.

Te invito a conocer a la escritora Rosa Montero en la última entrevista de Espiral.