Queridos amigos,

    Estoy escribiendo esta Oda en la ciudad de Guadalajara en México, donde vine de visita por la Feria del Libro. Es de noche y literalmente me quedan pocas neuronas en mi cabeza, porque más que una Feria, ha sido una maratón.

    Fui con Francisca Jiménez, editora general de ediciones Mis Raíces y con quien somos amigas desde hace más de treinta años. Ella es una gran profesional y fue presidenta de Editores Independientes de Chile y hoy es directora de Ibby. Es una organización internacional que promueve la lectura en la infancia y juventud. Como ven, además de la amistad nos une la pasión por los libros y la lectura.

    La FIL de Guadalajara nació hace treinta y siete años bajo el alero de la universidad de esta ciudad. La visitan más de ochocientas mil personas y dura una semana. Este año el invitado de honor fue la Unión Europea y gracias a ello pude conocer a una gran escritora Moldavia, Tatiana Tibuleac, hasta me saqué una foto con ella.

    También volví a ver a mi tutora en la residencia Under The Volcano, Mónica Lavín que estaba lanzando la novela Tonada de un viejo amor. Fui a varias charlas y al comienzo pensé que no iba a comprar mucho libros, qué equivocada estuve. No quiero ni saber cuánto pesa mi maleta. Lo interesante es que aquí encontré todas mis editoriales predilectas como Acantilado, Trotalibros, Siruela, Navona y también un stand de Gris Tormenta. Es una editorial bastante nueva que descubrí el año pasado, tiene un catálogo precioso con pequeños libros sobre el oficio de la lectura y escritura. Sus dueños son unos argentinos que comenzaron hace poco y estoy segura de que tendrán éxito. De la misma manera comenzó Sexto Piso hace veinte años, y hoy se ha consolidado como una de las editoriales más respetadas, con buenas traducciones y títulos.

    Compré libros en este tipo de editoriales, y no de las grandes transnacionales porque eso lo puedo hacer en mi país. Si bien los precios no son tan baratos como en Argentina, lo que tienta es tener en tu mano tan buenos títulos. Reconozco que me causó algo de angustia, pero seguiré practicando el tsundoku, que es un término japonés que se refiere a la bibliomanía o la acumulación de libros.

    El martes en la noche los chilenos nos juntamos en el stand de mi país y nos fuimos en bus a un bar. Estuvo muy lindo, conocí a gente de la delegación y de a poco, aunque me falta mucho ¡me he ido acostumbrando a que me presenten como escritora! Allí compartimos mesa con la dueña de la librería del GAM (Centro Gabriela Mistral), Mónica Tejos quien nos contó que al lado de la Expo, había un pequeño restaurante que se conoce como “picantería”, donde nos dijo que se comía delicioso. Tenía toda la razón. Allí partimos con Francisca al día siguiente. Si bien nos perdimos un poco para llegar, tan pronto abrimos la puerta supimos que Mónica estaba en lo cierto. El lugar, de verdad si andas por aquí te lo recomiendo, se llama “Las hermanas coraje”, y de verdad qué coraje más bueno. Te sientas y te dan un menú donde hay pocos platos, en su mayoría tacos y enchiladas de carne. Como yo no como carne ordené unas quesadillas con guacamole. Todo lo que yo les cuente es poco. El ambiente es distendido y muy sencillo, pero rápido, rico, barato y limpio. Ahora tengo que preparar mi maleta para regresar a Santiago y comenzar a leer pronto todos los libros que compré.
   
Te recuerdo que ya está al aire un nuevo capítulo de Espiral con el Cuestionario al escritor y critico literario español, Jorge Carrión, quien además es columnista del diario Infobae.