Oda a volver #178

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Oda a volver #178

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Queridos odistas,

Volver al origen, a la esencia, a la vida y a la rutina. No es fácil luego de un mes fuera, y tras un gran 2024 con la publicación de Todos nuestros fuegos. ¿Qué queda para el 2025?

Tal como les conté en la última Oda de febrero, me fui lejos, a Australia y sentí que viví en otra galaxia. No sé si por el cambio de hora, la lejanía, la combinación o porque yo decidí que así fuera. Intenté desconectarme al máximo de mi rutina y deberes, puede ser por eso que me está costando tanto volver.

Los koalas duermen cerca de 20 horas al día

El cambio de horario también me afectó y esta semana que termina apliqué algo que aprendí hace mucho: felicitarme por logros que en circunstancias normales te parecen de perogrullo, como por ejemplo, llamar a una amiga para ponerte al día, comenzar a escribir esta Oda, cocinar granola. La verdad he dormido mal con la diferencia horaria y mi cabeza no está lista para la escritura. Estoy segura de que mañana lunes, todo comenzará bien, porque quiero y lo necesito.

El jueves viví una experiencia maravillosa que me llenó el corazón. Daniela Larrea, coordinadora de talleres de lectura y escritora, me invitó a participar en un taller en el Club Estadio Alemán para hablar de Todos nuestros fuegos. Con diecisiete participantes, estuvimos una hora conversando sobre la novela y me quedé impactada con la recepción de los lectores. Era justo lo que necesitaba para volver a creer que podré escribir. Estoy sin palabras -y eso es raro- para agradecerle a Daniela y a cada uno de los que participó en el encuentro. Cuando uno escribe sueña con que algún día los lectores disfrutarán el escrito. Literal: un sueño hecho realidad.

 

Mis recomendaciones

  • Una novela: La analfabeta de Agota Kristof, una pequeña novela, casi un cuaderno donde la escritora húngara en once capítulos reflexiona sobre la identidad, el lenguaje y la pérdida de la patria. Está escrita con el sello que la caracteriza en que las frases son breves, lenguaje seco y directo. Es un excelente complemento para su obra. En 1956 la autora se exilió junto a su familia en Suiza y su carrera literaria la desarrolló en francés, idioma que fue aprendiendo paulatinamente. Para ella era imposible seguir escribiendo en su idioma materno.

    En menos de 40 páginas reflexiona sobre cómo volver a vivir cuando no puedes hacerlo en tu lenguaje materno y el vacío que esto conlleva.

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  • Una película: Joy, the Birth of IVF (Netflix). Es muy interesante aprender sobre la fertilización in vitro y ver lo complejo que fue el proceso. Está basado en una historia real de tres científicos británicos durante la década de los sesenta y setenta. Gracias a su tesón en 1978 nació la primera bebé en vitro. Además se rinde homenaje a Jean Purdy, una enfermera que fue clave en el proceso, lo que se agradece sin caer en feminismos extremos.

Mis momentos

  • Fui feliz: Conversando con los lectores en el Club Estadio Alemán.

  • Algo que aprendí: En 1986 Australia terminó de independizarse de Gran Bretaña al eliminar el poder legislativo sobre el país, lo que hasta esa fecha, seguía vigente.

  • Estoy agradecida: De haber tenido la oportunidad de conocer un país tan extraordinario.

     

¿Escuchaste el Cuestionario Espiral con Constanza Michelson?

Constanza Michelson, «Cuestionario Espiral» #121

 

 

Todos nuestros fuegos

Lee. Escribe. Crea con volviendo.

Karen

 

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