Querid@ amig@,
A mayor creatividad, mayor felicidad. Es un axioma .Todos los seres humanos somos creativos, solo que para algunos es más natural y otros consideran que no nacieron con este don. Yo estoy en desacuerdo. Es imposible vivir sin ideas, propuestas y sueños. Porque los sueños son sinónimo de creatividad.
Si la dejamos estar y no lo cultivamos, irá perdiendo fuerza. Dime a mí, que me considero creativa, pero hay momentos en que lo olvido. De cierta manera el boletín de hoy responde a eso: estoy viviendo en piloto automático. Hace varios meses escuché una entrevista a Julia Cameron, una autora súper ventas con su libro “The Artist Way”, que en español titularon “El camino del artista” en NPR (la National Public Radio o la radio pública de Estados Unidos). Muchos la conocen como “The Queen of Change,” o la “La reina del cambio”. En 1992 ella inició un movimiento que buscó poner la creatividad dentro de la agenda pública y privada, para que se convirtiera en un tema de conversación en las artes, los negocios y en la vida diaria. Ella ha escrito más de cuarenta libros, es poeta y cantautora, además de cineasta y dramaturga. Algunos la llaman “La madrina” o “La gran sacerdote” de la creatividad y las herramientas están basadas en su propia práctica.
Por ejemplo, creó la música para varios musicales y hasta hizo una película. En su sitio web incluso ofrece un curso de 12 semanas basado en el libro “El camino del artista”.
Algunas de sus estrategias para cultivar la creatividad:
1.Las páginas matutinas: “La herramienta” que Cameron sugiere para desbloquear la creatividad, es que la primera cosa que debes hacer en la mañana, idealmente no después de cuarenta y cinco minutos después de haber despertado, es escribir tres páginas a mano de cualquier cosa. El punto es no detenerse, incluso si te aburres de escribir, incorporar esta idea al papel. Las páginas matutinas, de acuerdo con Cameron, son una especie de aspiradora que succiona lo que te preocupa, tus miedos y los distractores. Lo bueno es que no hay algo bueno o malo. Simplemente es porque no se lo tienes que mostrar a nadie.
2. Una cita con un artista: Ojo, no tienes que ser artista para convenir la cita. Más que encontrarte con otra persona, es una forma de decir: atrévete a probar algo nuevo. En el episodio 56 de Espiral titulado “5 ideas para aumentar la creatividad” justamente hablé mucho sobre los beneficios de probar algo distinto, como caminar a pie pelado en el pasto. Incluso en uno de los primeros programas de Espiral, en el número 3, cuando se llamaba Celular una llamada a la creatividad, me la jugué por “creatividad positiva”, es decir, hacer cosas nuevas que aporten a la felicidad. Lo que decidas hacer en tu cita debe ser divertido, como probar un sabor nuevo de helado, cambiar la ruta con que llego a casa, pequeños gestos.
3. Caminatas: Una y otra vez el ejercicio vuelve a la palestra. ¿Has salido a caminar sin teléfono? Virginia Woolf caminaba mucho y Rebecca Solnit tiene un libro muy lindo sobre esto que se llama “Wanderlust. Una historia del caminar”. Porque caminar, para Julia Cameron no solo es “una práctica creativa,” sino que espiritual, por siglos los líderes espirituales lo han hecho. ¿Servirá correr? ¿Qué logras? ¿Conexión?
4. Rezar: Antes que te saltes esta herramienta -eso mismo dice Cameron- debes saber que esto es una definición amplia y laxa. No se refiere al rezo formal en una iglesia, sinagoga o mezquita, sino más bien un mecanismo para conectar la energía exterior con la interior. Sugiere tres tipos de oraciones:
- Para pedir algo: La llama “Santa Claus” porque estás pidiendo por algo a un ser más poderoso que tú.
- Para obtener una guía: Es decir, para encontrar la solución a algo o una respuesta a una pregunta. El rezo aquí se centra en recuperar la capacidad creativa.
- Gratitud: Habla sobre lo que estás agradecido. Puede ser por tu pelo liso, ruliento o por el perro. Así lograrás transformar lo negativo en positivo. El artista que tenemos todos es mejor cuando está feliz.
Estoy agradecida: Ayer corrí muy rápido y le agradezco a mi marido. Él fue mi «pacer», una especie de chaperón que te marca el ritmo. Si bien no corrí los 10km, sí a los 9 a un ritmo inusual en mí.
Algo que aprendí: Hacerle caso a Waze. Cuando te manda por otro camino ¡es por algo!
¿Te atreves a intentar alguna estrategia? Ojalá lo hagas y espero tu respuesta en mi correo karen@karencodner.com
La próxima semana Espiral vendrá con una novedad. Espero que te guste.
Lee. Escribe. Crea.
Karen.