Oda al sueño #124
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“Morir, dormir.
Dormir acaso soñar; sí, ahí está el problema,
Porque en ese sueño de muerte, qué sueños pueden venir.
Cuando hayamos salido de este espiral mortal,
Debe hacernos una pausa”
Hamlet.
William Shakespeare.
Queridos amigos,
Causó sensación la Oda al insomnio y por eso hoy quise hacerle justicia al sueño, pero antes les tengo una invitación.
En el último tiempo he pensado mucho en ustedes, mis queridos suscriptores, porque son los que le dan sentido a Oda. Para celebrarlo y agradecerles sus lecturas, sus comentarios cada domingo, les quiero hacer un regalo.
Los invito a participar en el concurso del libro de ensayos titulado Homo Irrealis, autografiado por el autor italo-estadounidense André Aciman, famoso también por su novela Llámame por tu nombre, a quien entrevisté en Espiral. Aquí puedes escuchar nuestra conversación o leer la transcripción al español en mi sitio web.
¿Cómo participar? Recomienda a alguien Oda. La idea es sumar suscriptores nuevos y así ampliar nuestra comunidad. Solo me tienes que avisar quién es mandándome un correo a karen@karencodner.com. El sorteo terminará el viernes 24 de noviembre y en la Oda del día 26 daré a conocer al afortunado o afortunada. No importa dónde vivas, el ejemplar llegará a tu casa.
¡Participa y hagamos crecer Oda!
Oda al sueño
Por fin podré dormir y tener sueños hermosos. Apoyo mi cabeza en la almohada para descansar, las elucubraciones se evaporan como nubes del Amazonas, son azúcar de la noche, quiero beber esa pócima. Levito entre un mundo y el otro, a los lejos escucho unos ladridos, pobres perritos insomnes incapaces de gozar de estos minutos silenciosos; llego a la posición horizontal, perfecta. Sueño lindo. Sueño de reyes y de reinas, sin problemas en su comarca de margaritas.
Muchas suscriptoras me escribieron ¿Qué pasó con los hombres, a ninguno le hizo sentido la Oda al insomnio? ¿Será que ustedes duermen mejor que nosotras? Algunas me sugirieron la pastilla blanca, la amarilla y también una que solo venden en España. Nicky, una fiel lectora que me escribe cada tanto, me contó sobre el canal de YouTube de la española Lorena Molinero, life coach, experta en mindfulness, que tiene 251 mil suscriptores ¿Qué secreto nocturno tienes Lorena? Gloria me comentó: “Cómo me llegó tu Oda”. Una afortunada Paola pertenece al otro equipo: “Me duermo de inmediato y despierto muy temprano, estoy programada”. No así mi querida Marcela, con la que mantengo contacto recurrente aunque ella vive en el norte de mi país, en La Serena, una gran escritora y hermosa persona: “La verdad es que si no duermo al menos siete horas, al otro día soy una especie de zombi, por lo tanto asumí que ´debo´ tomarme un cuarto de una pastillita que hace que pare el burbujeo de pensamientos que me asalta por la noche”.
Mi hermana, en cambio, decidió liberarse de la tiranía e hizo un cambio radical haciéndose la aliada del sueño y no su enemiga. Por eso modificó su agenda, la vida para ella parte más tarde en la mañana y si una noche la visita el insomnio, descansa esperando a Morfeo. Colchón, te quiero, te quiero suave y pomposo. Voy a convertirme en Haruki Murakami, llevaré su vida regulada, rigurosa, levantándome temprano, corriendo, escribiendo, leyendo, cocinando y durmiéndome antes de las once. Seré como Marcela M. que hace poco me contó que sus pensamientos se convierten en una calesita, se pone a respirar lento, intenta relajarse.
Sueño ven a mí. Me grabo en mi cabeza la canción “I´m Only Sleeping” de The Beatles:
“When I’m in the middle of a dream
Stay in bed, float up stream (float up stream)
Please, don’t wake me
No, don’t shake me
Leave me where I am
I’m only sleeping”
Que en español sería algo así:
“Cuando estoy en medio de un sueño
Quédate en la cama, flota contra la corriente (flota contra la corriente)
Por favor, no me despiertes
No, no me sacudas
Déjame donde estoy
Solo estoy durmiendo”
No cuento ovejitas, pero lo haría si pudiera. Conozco a alguien que duerme incluso con las cortinas abiertas porque es incapaz de despertarse si la habitación está a oscuras. Otra suscriptora me lo dijo clarito: “El mundo no funciona para los noctámbulos”. Posición horizontal, lista para el despegue, arrurú mi guagua, la noche se viene, vamos a volar sobre caramelos de algodón. Desde un avión tiraré panfletos promocionando una campaña mundial, congregando a los buenos durmientes. Los quiero conocer. Colonicemos la noche con nuestros bostezos, alejemos a los malvados, a las pantallas luminosas, a X e IG, también a TikTok, que no es el tictac del reloj, sino una plataforma que André Aciman y José Carlos Rodrigo Breto desconocen por completo. Vayan al bosque, escíndanse en las ramas, leviten con sus noticias perniciosas. Estoy inaugurando un congreso intergaláctico con hermosas sábanas de dos mil hilos, plumones hechos por la Nasa. Nada de mirar el reloj, solo una buena almohada. Ya no leo, está oscuro, mis lindos ojitos clausurados van a soñar con la escritora Jhumpa Lahiri, y sus Cuentos romanos. Espero que no aparezca Gabriel García Márquez y me haga dormir de la manera que hizo con José Arcadio Buendía en Cien años de soledad cuando se portaba mal.
Posición horizontal, despegando. Me olvido de la otra Oda, de esa que tanto les gustó, porque ahora somos muchos los que dormimos de un tirón, sin esfuerzo alguno como lo haría un Macbeth. Dormir.
Seré un bebé, saboreando un vaso de leche con una galleta, la magia llegará a mí. O hacer como Elle McPherson, quien antes de dormir escribe sus pendientes y considera que esa es la cura al insomnio, depositar todas sus preocupaciones en el papel. Yo agregaría perfumar mis sábanas con esencia de lavanda. Querido somnífero, te digo adiós porque puse la cabeza donde debe estar y abandono la pantallita maravillosa. Son casi las diez treinta de la noche. Llegó la hora del tuto, del duérmete mi guagua, me quiero convertir en una doncella soñando con su Quijote, volar por los prados y amanecer fresca como una Julieta. No seré una bella durmiente, pero espero ser un poquito bella y algo de durmiente ¿Es mucho pedir?
Ya está al aire la entrevista a André Aciman, a quien entrevisté hace algunas semanas. La transcripción en español está en mi sitio web www.karencodner.com
Mis recomendaciones
- Un libro: La columnista Arianna Huffington, cofundadora de The Huffington Post, escribió el libro The Sleep Revolution o La revolución del sueño. Allí la autora plantea que sólo renovando nuestra relación con el sueño, podremos retomar el control de nuestra vida.
- Unos videos cortos: Hace mucho tiempo ocupé bastante la aplicación Headspace para meditar y dormir. Me gustan muchos sus mini vídeos, son livianos, lindos y ayudan a parar la mente.
Mis momentos
- Aprendí: Sobre la historia en Albania, de la que me declaro una completa ignorante. Hubo una dictadura socialista muy larga, desde 1944 hasta 1985, año en que falleció el temible Enver Halil Hoxha, político, militar y tirano albanés. La población de ese país, hasta el día de hoy sufre las consecuencias de este período nefasto.
- Fui feliz: El viernes pasado cuando vinieron mis amigas del colegio a cenar para shabat.
- Estoy agradecida: De que mi marido por fin se curó de su dolor de espalda, gracias a unos remedios y mucho calor local.
Lee. Escribe. Crea con sueño.
Karen.
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