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Este boletín es para los curiosos que desean una vida plena y pausada.
Compártelo, me harías muy feliz.

Queridos amigos:

Aquí voy con mayo que está siendo un mes de esos intensos, donde vivo como si el día tuviera veintiséis horas, y claramente no los tiene. Me estoy prometiendo vivir en paz, con calma, con el espíritu de este boletín y no me resulta.

Me he dado cuenta de que los temas más cotidianos y sencillos son los que mayor resonancia tienen con los suscriptores. Supongo que es porque nos hemos acostumbrado a leer cosas polémicas, políticas y bien amarillistas, lo que deja poco espacio a detenernos en aspectos del diario vivir que nos incumben a todos por igual. Esa seguirá siendo la línea de este boletín semanal, temas sencillos, algo divertidos que nos permitan conversar con otros y con uno mismo.

Como bien saben retomé las grabaciones de Espiral, y hace un mes salió el programa con el pintor Guillermo Lorca y hoy con el escritor argentino, Hernán Ronsino. En este encuentro conversamos sobre cómo practica su arte y sus lecturas. Porque él comenzó de “viejo” a leer seriamente, a los dieciocho años cuando se fue a vivir a Buenos Aires y se dio cuenta de lo que le gustaba hacerlo.

Y bueno, unos años más tarde se convertiría en escritor. Cuando le pregunté cuál premio que ha ganado lo ha hinchado más de orgullo -ojo, no estoy hablando de cualquier concurso, sino que de renombre como el de Anna Seghers que se otorga anualmente en Alemania en honor a la escritora homónima- es uno bien quitado de bulla que se adjudicó a los veintitrés años con un cuento. Esa fue la bencina necesaria para creer en él, para continuar con el oficio y también, para que sus padres y hermano vieran que no estaba tan loco por dedicarse a la escritura.

Hernán Ronsino está casado con una chilena, tiene una hija que toca guitarra y le gusta el mate como buen argentino, algo que nunca he probado aún.Te invito a Espiral.

Mis recomendaciones

Un libro: El coronel no tiene quien le escriba de Gabriel García Márquez. Supongo que deben de estar pensando por qué se me ocurre algo así. Muy sencillo, lo vimos en la última sesión del taller de Premios Nobel y quedé maravillada.

Un podcast: El episodio con María José Navia, escritora chilena, invitada al podcast argentino Vidas Prestadas que conduce Hinde Pomeraniec.

Mis momentos

Fui feliz: Cuando presenté la novela El baile de la abuela de Elvira Malamud.

Aprendí: En el gobierno de Hipólito Yrigoyen en 1919 (dos veces presidente de la Nación Argentina y una figura relevante dentro de la Unión Cívica Radical) hubo una protesta de los obreros -en su mayor parte judíos, que los llamaban rusos- quienes trabajaban en los Talleres Vasena. En esta revuelva la policía reaccionó violentamente contra ellos. Es lo que se conoce como el pogrom de 1919 (, el término se refiere a ataques violentos por parte de poblaciones no judías contra los judíos en el Imperio Ruso y en otros países). Los acusaron de importar la revolución rusa y por esta razón destruyeron locales, cortaron barbas, quemaron libros y a personas, solo por nombrar algunos tristes ejemplos.

Agradezco: Al escritor peruano Mario Vargas Llosa por el tremendo libro que escribió sobre Gabriel García Márquez y el análisis sobre su obra en García Márquez: Historia de un deicidio.

Lee. Escribe y crea. 

Karen

 

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