Queridos amigos,
 
Envío este boletín extraordinario de lunes para contarles cómo fue el mecanismo de creación del que recibieron ayer, titulado ¿Dónde escribía William Shakespeare?

El plan era otro. Había escrito sobre la remodelación de mi taller y de cómo el lugar de trabajo es determinante para los escritores. Pero me tentó la recién inaugurada ChatGPT -se lanzó al mercado, el 30 de noviembre- que es un chatbot de inteligencia artificial que por medio de una serie de preguntas y respuestas, es capaz de  escribir un ensayo al estilo de Borges, inventar juegos, encontrar soluciones a problemas matemáticos, tan solo en un par de minutos. Recuerda a Siri o Alexa, pero inifnitivamente mejor, más complejo, con un mejor desarrollo de las ideas. Si quieres escribir una columna de opinión, hacer un ensayo sobre el impacto de las pantallas en los menores de dos años o bien, un artículo para publicar en una revista, solo pregunta y verás.

Se me ocurrió reemplazar lo de mi taller con algo generado por ChatGPT . Así escribí sobre los talleres de los escritores y de Shakespeare, me divertí bastante.  Es evidente que está tecnología se encuentra en una fase de desarrollo y  en el futuro nos costará mucho más diferenciar el origen del escrito. Un desafío ¿ o ya lo es? para los profesores y académicos. Lo mismo sucederá con los periodistas y programadores. Ya existen cuestionamientos éticos y dudas sobre su uso. Ha tenido un crecimiento explosivo y por el momento su uso es gratuito.

Hoy nos hemos acostumbrado al uso de buscadores y en sus inicios, también nos asustamos. Lo más probable es que en unos años vivamos en un mundo mixto, con contenido generado por AI y las personas. ¿Cómo podremos diferenciarlos? Lo ignoro. Pero tengo fe (o bien es un consuelo para la desolación) de que nada podrá reemplazar el ingenio humano, la mirada particular dentro de un mundo tan globalizado.

 
William Shakespeare es uno de los escritores más importantes de la historia, y su lugar de trabajo es una cuestión que ha sido objeto de mucho debate entre los eruditos. No se sabe con certeza dónde escribía Shakespeare, ya que no se conservan registros detallados sobre su vida personal o su lugar de trabajo.
Sin embargo, se sabe que Shakespeare era un escritor profesional que trabajaba en el teatro en Londres. Es posible que haya escrito algunas de sus obras en su propia casa, pero también puede haber escrito en el teatro o en otro lugar en el que tuviera acceso a una mesa y una pluma.
Algunos eruditos también han sugerido que Shakespeare podría haber escrito algunas de sus obras mientras viajaba, ya que muchas de sus obras tienen una gran variedad de escenarios y se inspiran en diferentes lugares. Sin embargo, esto es solo una teoría y no hay pruebas concretas para respaldarla.
 
¿Les gusto el posteo de hoy? Ojalá me cuenten sus opiniones y sobre todo agradezco la colaboración de  ChatGPT, una plataforma de inteligencia artificial a quien le debo el contenido y la redacción del posteo de hoy. Yo solo hice las preguntas y el sistema me respondió.

Esto ha sido un experimento en su máxima expresión. Una locura de diciembre para ustedes.         
 

Lee. Escribe. Crea con inteligencia artificial

Karen.