Querid@ amig@:
Estoy resuelta a correr como lo hacía el 2020, con empuje, ganas y seguridad. Sin embargo, qué dificíl es regresar a las pistas (léase: calles y trotadora) cuando dejas de entrenar por varios meses. Además, estoy corriendo a un ritmo muy suave, lo más difícil es la constancia. Para alcanzar otra vez una cadencia aceptable como mínimo debo salir tres veces por semana, o más fácil, lunes, miércoles y jueves. Algo que me facilita el trabajo, es que mi profesor del Tym, (en Instagram @tymrunning) Martín Arias, está desde las siete am en una plaza esperando a sus “corredores”.
¿Por qué escribo sobre esto? Muy simple. En Instagram sigo a una corredora increíble, Beatie Deutsch, es joven, madre de cuatro hijos chicos y la mejor marca en Israel. Además es judía observante, es decir, cumple con shabat, ocupa faldas para correr y se cubre el pelo. ¿Ha sido un impedimento o una fortaleza el estilo de vida? Descúbrelo tu mismo. Su cuenta es @marathonmother y ella es un ejemplo a seguir. Tiene “cabeza”, es decir, es capaz de sobreponerse al dolor, al calor y al tedio. Claro, posee condiciones increíbles, y su tenacidad da vuelta al globo.
Como el último episodio de Espiral entrevisté a la escritora argentina Claudia Piñeiro, se me ocurrió dejarte un par de
Deutsch acaba de ganar el podio en la Ironman de Israel y escribió lo siguiente a modo de reflexión tras este éxito: «Mirando la forma en que fui criada y la comunidad donde vivía uno fácilmente podría establecer lo siguiente:
- Nunca tuve la oportunidad formal de practicar deportes de manera oficial en el colegio o universidad.
- Debía vestir ropas más modestas.
- Me casé joven y me convertí en una máquina de hacer bebés.
La verdad es que nunca me sentí así. Puede ser porque me criaron unos padres increíbles que me incentivaron a volar y explorar lo que deseara. Cuando niña me encantaba hacer ejercicio y moverme. Cuando llegó el bat mitzva (edad adulta en el judaísmo para las niñas) dejé de practicar gimnasia porque no me sentía cómoda vistiendo con malla delante de los hombres. Si bien tuve que dejar algo que amaba, nunca fue algo que me obligaron. Siempre fue mi decisión. Luego comencé con Taekwondo y en los años de educación media me convertí en cinturón negro. He practicado esquí, snowboarding, esquí de agua, escalada de roca y rappelling. Todo vestida con una falda. Y mi motor siempre ha sido ´sin límites´ porque esa es la verdad. Creo que incluso con los ´límites´ que el judaísmo ortodoxo contiene hay mucha libertad individual. Y yo creo que nuestra vida las decisiones están en NUESTRAS manos. Siempre tienes el poder de levantarte (aunque estés pasándolo muy mal) y vivir sin limitaciones. Somos nosotros los que podemos elegir: convertirnos en ´la víctima de la circunstancia´ o reconocer que la oportunidad es nuestra y reescribir nuestra narrativa. Es fácil hacer excusas cuando no podemos hacer algo… Es mucho más difícil encontrar la valentía para invertir en nuestros corazones y almas, en los sueños que tenemos. Mientras la mayoría de personas vive dándose un millón de explicaciones, yo te digo lo siguiente:
- Tú puedes elegir ser distinto.
- Tú puedes encontrar la fuerza interna para ir por tus pasiones.
- Tú puedes transformar la perspectiva y llegar a un nivel más alto.
Durante un tiempo me pregunté si podría hacer una triatlón siendo una mujer judía ortodoxa. Estoy agradecida que elegí ser creativa, creer en mi visión y recibir el apoyo de mi rabino y mi comunidad. Si pude hacer @ironmantri TODO ES POSIBLE. Ese es el mantra que he llevado en mi vida y continuare compartiendo con mis hijos”.
Espero que esta reflexión de @marathonmother, Beatie Deutsch les haga sentido. Para mí hay varias conclusiones:
- Los estereotipos son el mejor aliciente para ir más allá y probar lo inútiles que son.
- La fuerza del cuerpo proviene de la fuerza mental y de cuánto queremos concretar el sueño.
- Cómo uno se viste y vive es mera información y tendemos a valorizar pobremente a los que deciden conducir su vida de otra manera (tanto en sus valores como opciones).
- Hay mujeres valientes, hay hombres valientes. En su conjunto hacen de este mundo uno mucho más divertido, mejor y dinámico.
- Si a mí me cuesta algo, me acuerdo de @marathonmother cuando le dio Covid-19 en la mitad de la maratón de Berlín y se sintió pésimo e igual la terminó.
Antes de despedirme, te cuento que ayer en la noche comenzó Janucá, la fiesta de las luces en las que durante ocho días encendemos las velas que hay en la janukia, un candelabro de ocho brazos. Me encanta, es una fiesta de luz y de futuro. Escribí sobre ella en varios boletines.
Algo que aprendí: el color azul de Prusia es el primer pigmento sintético moderno que se inventó en 1782. Lo leí en el libro “Un verdor terrible” del escritor chileno Benjamín Labatut.
Estoy agradecida: por haberme encontrado con mi hijo que está viviendo en Boston.
Lee. Escribe. Crea.
Karen.