Oda al desierto y jungla de escritura #200

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Este boletín es para los curiosos que desean una vida plena y pausada. Compártelo, me harías muy feliz.

Colaboración con Pedro Gala*

Este domingo nos acompaña Karen Codner, una voz imprescindible para quienes creemos en la fuerza de la palabra bien dicha y bien escuchada.

Periodista y escritora chilena, con un Máster en Literatura Comparada, Karen es la creadora del pódcast Espiral, donde conversa en profundidad con grandes escritores de habla hispana. Cada domingo también comparte Oda, su boletín literario que, como su nombre indica, es un canto a lo cotidiano y lo esencial.

Ha publicado los libros Respirar bajo el agua (Cuarto Propio), Con estos ejercicios escribo y Todos nuestros fuegos (Seix Barral). Actualmente trabaja en su próxima novela y, en paralelo, se prepara para iniciar en octubre un Máster en Escritura Creativa en la Universidad Pompeu Fabra.

Más allá de las letras, a Karen le gusta correr, cocinar, y siempre está entrelazando esas pasiones con su vida familiar: es mamá de cuatro y “señora de uno”, como ella misma se define con humor.

Una mirada amplia, vital y profunda que hoy tengo la suerte de que se cruce con la nuestra.

Queridos odistas,

Así acostumbro a saludar a mis suscriptores cada domingo. El que pertenece a Oda es alguien importante y merece un reconocimiento.

Hoy quiero hablarles de mis odas, de cómo se relacionan con la literatura y de los libros que me acompañan en la creación.

Agradezco a Pedro Gala por invitarme a colaborar en su espacio de creación y abrirme a conocer a otras personas. La idea de esta Oda surgió de Pedro. Hoy les contaré más sobre lo que es el arte de la lectura cuando escribes. Es un camino en el que a momentos es una jungla donde existen muchos libros y a momentos, un paso desértico donde no encuentras nada que te nutra.

La jungla de Todos nuestros fuegos

Volví a Mujercitas porque retrata la intimidad de una familia. Kent Haruf y Jhumpa Lahiri fueron grandes referentes. Sobre todo, En otras palabras, de Lahiri, que reflexiona sobre la metamorfosis y la identidad. Nuestro amigo en común de Charles Dickens fue de gran utilidad para abordar la ciudad, con sus claros oscuros y me marcó mucho Luz de agosto de William Faulkner por la potencia del narrador. Hubo momentos que me sentía en el desierto porque no podía avanzar.

La poesía la que me ayudó a destrabarme. Elizabeth Bishop, Emily Dickinson y una antología poética que tengo de Lumen fueron buena compañía. Si bien no soy gran lectora de poesía con ella pude soltarme, volver a sentir las palabras y su cadencia.

Tenía claro que las escenas de sexo no serían explícitas por lo que Mujeres en la cama de Gina Berriault fue un gran aporte. También los salmos. Imposible olvidar el impacto de Victoria Chang con Dear Memory donde le habla a sus muertos. Fundamental fueron mis lecturas judías para enriquecer el mundo de Rivka Olivia; se me han sumado desde que tenía diez años con Isaac Bashevis Singer en su conjunto y El alma se extingue de Lajos Zilahy, Stefan Zweig con La impaciencia del corazón. Inolvidable (solo por nombrar algunos). El verano que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tibuleac me dio la fuerza para jugar con un estilo más poético y crudo.

Cuando Todos nuestros fuegos estaba en plena revisión, Ceniza en la boca de Brenda Navarro, me confirmó que lo que yo proponía sí funcionaba. También al Premio Nobel de Literatura 2023, Jon Fosse.

Estas son algunas lecturas de las que me acompañaron en los seis años de escritura de Todos nuestros fuegos y las recuerdo con mucho cariño.

Hay que ser cuidadosa cuando uno escribe y elegir muy bien lo que se lee en paralelo, porque se va entrometiendo en la prosa sin que uno se dé cuenta. Pero es vital leer y mucho, clásicos y contemporáneos.

El desierto y la vegetación en Eva

Cuando comencé a escribir la novela de Eva solo tenía una referencia: Ruth de Adriana Riva. Trata de una anciana que observa su vida con un fuerte componente temporal. Ruth la protagonista, es una mujer activa, que aún puede soñar y es muy independiente. Su voz difiere de Eva, quien está postrada en su cama. Ese fue el primer comienzo.

Gracias a Mariana Travacio (la entrevisté en el programa 130 ) conocí a Chico Buarque con Leche derramada. Eulálio Montenegro divaga postrado en una cama. En el Centro Cultural de Las Condes encontré un ejemplar y lo compré de segunda mano en España. Cada cierto tiempo vuelvo a ella, me ayuda a delinear mejor la voz de Eva.

“Si no tienes tiempo para leer, tampoco tendrás el tiempo (ni las herramientas) para escribir. Así de sencillo”. Stephen King

Lecturas inesperadas gracias a ChatGPT

Frente a mi desesperación decidí conversar con mi nuevo mejor amigo: ChatGPT. Le hice las siguientes preguntas: “Imagina que soy una escritora que está haciendo una novela sobre una mujer postrada en su cama, y ella recuerda su vida, los momentos y también está batallando con la memoria, el lenguaje, la memoria fraccionada. ¿Qué textos se han publicado de este estilo? ¿Existe un diario scrito por quien sufre de Alzhéimer? Quisiera que busques textos de pacientes con demencia que tienen dificultad para comunicarse. Muéstrame fragmentos ficticios de diario”.

Estas fueron algunas respuestas. Elizabeth ha desaparecido de la inglesa Emma Healey me trajo puras buenas sorpresas, además que me reí mucho. No lo encontré en papel. La mejor fue May Sarton,una joya de escritora con Diario de una soledad y Diario a los setenta. Son mis grandes descubrimientos d este año. Y todo gracias a ChatGPT. Mi madre es un río de Donatella Di Pietrantonio y No he salido de mi noche de Annie Ernaux, dos miradas intensas sobre la enfermedad y la memoria.

¿Cuál es la necesidad de leer tanto?

Debemos exponernos a diversas influencias y a partir de ahí, crear. Estamos todo el tiempo dialogando con los que ya hicieron maravillas y también, con los que la crean hoy.

Para mí, leer es como respirar y espero, que cualquiera que desee escribir, siga mi ejemplo.

Queridos odistas, un escritor que no lee, que no analiza la prosa de otros, los poemas y ensayos, nunca podrá enriquecer su arte. Para mí la escritura es fruto de la lectura y no viceversa.

¿Cómo leer?

Esa es otra cuestión y de gran envergadura. Hay que hacerlo como si estuvieras desgranando un choclo, con lápiz en la mano, subrayando, pensando lo que se esconde detrás de la sintaxis y de la poética del texto. Analizar el narrador, los personajes, los tiempos verbales, el tipo de verbos. Nada es poco cuando se refiere a una lectura activa.

“Los escritores leen con un ojo distinto. Miran cómo se hace, cómo se sostiene una frase, cómo se crea un ritmo. La lectura es la herramienta de taller”. Margaret Atwood.

Yo leo siempre con un lápiz grafito en mi mano, con banderitas, no solo subrayo, sino que también hago anotaciones. Además, tengo un archivo con citas.

Aprovecho de invitarlos a escuchar la entrevista en Espiral de Arturo Fontaine, escritor chileno, donde podrán conocer más de su oficio, sus sueños y desvelos.

Aquí les dejo el link para commprar mis libros

Todos nuestros fuegos

Respirar bajo el agua

Cuaderno de escritura

 

Mis momentos:

Fui feliz: Este fin de semana largo en la playa con la familia y amigos

Algo que prendí: Que en la parrilla, los choripanes se cuecen a temperatura alta y la carne, baja.

Estoy agradecida: De que me atreví a mandarle a mi editor veinticinco páginas de mi próxima novela.

Gracias, Karen, por abrirnos tu mapa de lecturas y mostrarnos cómo cada libro deja una huella en la escritura, incluso en esos desiertos donde parece que nada avanza. Tu testimonio es una invitación luminosa: leer no como acumulación, sino como respiración; escribir no como un acto aislado, sino como diálogo con quienes estuvieron antes y con quienes escriben hoy.

Que tus palabras nos animen a leer con lápiz en mano, a escribir con la memoria viva de los libros que nos acompañan, y sobre todo, a no olvidar que, como bien dices, leer es como respirar.

 

 

Todos nuestros fuegos

Lee. Escribe. Crea con desierto y jungla.

 

 

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