Oda a las páginas matutinas #180

Oda a los que desean una pausa creativa, suscríbete.

Oda a las páginas matutinas #180

Este boletín es para los curiosos que desean una vida plena y pausada. Compártelo, me harías muy feliz.

Queridos odistas,

¡Ayuda! De verdad la necesito, estoy desesperada. Se me perdió mi libreta gris donde aproximadamente, desde el 2022 escribía mis páginas diarias, o lo que en inglés se conoce como Morning Pages. Estoy muy triste, todo lo que yo les diga es poco. Siento que me arrancaron un brazo, una pierna, el corazón constreñido, es espantoso. Busco obsesivamente en mi casa, en mi taller, en mis carteras, en el auto, hago memoria, ¿cuándo fue la última vez que la ocupé? ¿Martes o miércoles de la semana pasada? Por favor, ¡que alguien me la dé! Me recrimino no haberle puesto una identificación del tipo “Esta libreta pertenece a Karen Codner, por favor, si la encuentras escríbeme a karen@karencodner.com”.

Foto libreta
Mi libreta gris.

 

En esas páginas estoy yo, mis reflexiones, mis angustias y felicidades, mis recuerdos, mi memoria, el paso del tiempo. Es espantoso. Hace años escribo a diario en libretas, el único requisito es poner la fecha y día de la semana. El lápiz va al ritmo libre, no hay estructura ni un deber ser. Vierto mis preocupaciones, actividades, pendientes. Es como la antesala a la escritura más seria; una tremenda ayuda porque es una especie de terapia. Tengo guardadas todas mis libretas, solo que ahora tendré una menos, años que se extraviaron.

Comencé hace más de una década. Sin embargo, he pasado por épocas mejores en que lo hacía a diario y en otras, dejaba pasar varios meses. Pero siempre estaba conmigo. Iba conmigo a los viajes, a los paseos de fin de semana, en fin, siempre junto a mí por si me venían las ganas.

Algunas de mis libretas.
Algunas de mis libretas.

Todo cambió el año pasado, en mayo, cuando comencé a retomar el hábito y escribí casi a diario. En octubre bajó el ritmo y este marzo, tras leer a la fenomenal Julia Cameron con su El camino de la escritura, volví a retomarlo seriamente. Si tuviera conmigo la libreta gris podría decirles cuántas veces escribí el mes pasado, seis días a la semana, menos los sábados. Según Julia Cameron, las páginas matutinas son una liberalización y nos ordenan, cualquiera lo puede hacer, no solo el que busca dedicarse al oficio de la escritura, sino que es un mecanismo maravilloso para un buen vivir. Son una especie de meditación. Además que aportan claridad para tomar decisiones. Ella dice que “en el fondo, las páginas matutinas son una oración, una súplica. Pedimos al universo por nuestros sueños, deseos y necesidades, y el universo (o el nombre que desees darle) atiende a nuestras súplicas”. Para Franz Kafka “Escribir es rezar”.

 

“Al escribir las páginas, abrimos de par en par una puerta interior… Al especificar los anhelos sobre el papel, comienzan a hacerse realidad”

Julia Cameron

 

De acuerdo a esta escritora norteamericana, que además de publicar cuarenta libros, ser guionista de cine y televisión, productora y periodista, es conocida como “la madrina” de la creatividad, lo ideal es temprano, al despertar, hacer un café (un té en mi caso) y de inmediato comenzar con las páginas matutinas. Yo no soy tan estructurada, pero intento que sea antes de las once de la mañana, siempre en silencio, desconectada del teléfono. Las páginas matutitinas son un espacio íntimo donde nadie puede inmiscuirse. Antes de que se me perdiera la libreta gris había estado pensando qué haría con todas ellas o que harán mis hijos cuando yo no esté. ¿Las leerán? ¿Las quemo antes de morir? La antesala a este hábito fueron mis diarios de vida, pero las Morning Pages son distintas, me cuesta definir cómo, creo que son más prácticas y no pretenden solucionar los problemas mundiales.

“Escribo únicamente para averiguar lo que estoy pensando”

Joan Didion

¿Les cuento lo que estoy pensando? ¡Que aparezca mi libreta gris!

Esta historia continuará…

 

Mis recomendaciones

  • Un gran libro para escribir: El camino de la escritura de Julia Cameron y El camino de la creatividad. El primero está enfocado para escritores y el segundo, para cualquiera que trabaje o le guste el arte o la creatividad. Me demoré demasiado en leerla. No cometan mi error. El de la escritura está divido en seis partes y cada una termina con una propuesta más práctica. Si bien a momentos puede ser repetitivo, ayuda muchísimo a sentirse mejor con el oficio, a no disminuirse y dudar. Su propuesta es sencilla: cada día escribe tus páginas matutinas y dos o tres carillas de un documento Word. A la semana, si trabajas de lunes a viernes, tendrás diez páginas y en un mes, cuarenta. Lo que es bastante, porque si te quedas empantanado, con temor a escribir, el balance sería cero. Créanme, desde marzo que comencé con Julia, el cambio ha sido notable en mi vida. Solo que si encontrara mi libretita gris, estaría mejor.

    El camino de la escritura de Julia Cameron

     

  • Una película: El tren de los niños o The Children’s train de Cristina Comencini, basada en la novela homónima de 2019 de Viola Ardone. Por casualidad la encontré en Netflix y es muy linda. Cuenta la historia de un chico italiano, Amerigo, que tras el fin de la guerra, en 1946, su vida cambia por completo. Su madre, incapaz de alimentarlo, decidió mandarlo al norte con una familia de acogida. La película arranca cuando Amerigo, en 1994, es un conocido violinista y recibe un llamado de la que podría ser su madre, solo que no lo es. Así comienza a recordar su infancia, cuando su verdadera mamá, Antonietta, decidió enviarlo a sus ocho años al norte, donde Amerigo conocerá otra realidad y podrá salir adelante. Entre 1945 y 1952, Teresa Noce creó un programa llamado Treni della Felicità, o Trenes de la Felicidad en conjunto con el Partido Comunista de Italia y en colaboración con la Unión de Mujeres Italianas. Gracias a esta iniciativa, se reubicaron a cerca de setenta mil niños.

El tren de los niños o The Children's train de Cristina Comencini

 

Mis momentos

  • Fui feliz: Conversando con mi tía Lina y en otra ocasión, con la escritora, Ana María del Río.

  • Algo que aprendí: Más que aprender, reflexioné sobre el cerebro, la mente y la conciencia. Sin conciencia, no puedes avanzar en la vida ni reconocer tus errores.

  • Estoy agradecida: De que tuve la fortaleza de volver a integrarme al espacio “Escribir es un lugar” que lidera Laia Jufresa.

     

No te pierdas el Cuestionario Espiral con Camila Fabbri, escritora argentina que el 2023 fue finalista del Premio Herralde de novela con La reina del baile.

Camila Fabri, «Cuestionario Espiral» #123

 

 

Todos nuestros fuegos

Lee. Escribe. Crea con páginas matutinas.

Karen

 

Este boletín es para los curiosos que desean una vida plena y pausada. Compártelo, me harías muy feliz.