Queridos amigos,
       
         Este miércoles fue el gran día, y mi felicidad es indescriptible. Viví momentos plenos e intensos. Quiero compartir con ustedes algunas fotos y mi discurso. Espero tener pronto el video que subiré a mi canal de YouTube. Les dejo la canción a la que debo el arranque de esta novela, cuando comenzó a gestarse. Es en yiddish y si leen Todos nuestros fuegos podrán leer la traducción.

        Mis palabras en el lanzamiento Todos nuestros fuegos:
 
“Queridos amigos,
            Les doy las gracias de todo corazón por estar aquí junto a mí. Hoy me he sentido una novia, como si volviera a recrear ese sábado de 1995 cuando me casé. Sin ti, Alex, no estaría aquí, porque me has dado la fuerza y el poder para creer en mí, para conversar sobre lo que escribo y mis dudas y temores. A mis hijos que han tenido que aprender a vivir con una madre más ausente a momentos, menos conectada que otras cuando digo ´estaré desconectada, me tienen que llamar por teléfono´. Agradezco a Ds por darme la fortaleza de enfrentar un proyecto de esta naturaleza. A mi papá, y a mi mamá que hoy sé que ella anda revoloteando entre medio de nosotros por permitirme la curiosidad, el amor a la lectura y vivir el judaísmo como yo deseo. Comencé en noviembre del 2017 sin una idea fija, solo con este disco y ganas de escribir mi segunda novela. En el camino me encontré con Ana María del Río, que es una de esas luces de las que tanto conoce Rivka Olivia en Todos nuestros fuegos. Por varios meses nos reunimos para ir afinando, cual orfebre, cada palabra e idea hasta que en un momento nos detuvimos. Me detuve.
        Y surgieron las dudas. Hoy mismo encontré esto:
5 mayo 2021: ´Sigo batallando con la novela, un dilema de contenido lo que es mucho peor porque me obliga a pensar la trama. Incluso he pensado si suspender, congelar el proceso por un período indeterminado, pero no me lo quiero permitir, necesito demostrarme que sí pude finalizarla. Traje a Olivia a Chile pero no sé cómo moverla por aquí.  Estoy eliminando un montón de episodios anecdóticos que enlentecen la lectura y atentan contra la tensión dramática. Tengo que lograr la atención absoluta del lector y ser menos bondadosa con ella. Hay un tema con la coherencia del estilo y tendré que trabajar en ello. Es una suerte de espiral en el que subo y bajo. Ya llevo tres años y medio´.    
        ¿Por qué les cuento esto? Porque aquí trabajé más de lo que imaginan y la inseguridad, siempre presente, me obligó a rodearme de otras luces además de Ana María, como Marco Antonio de la Parra, a quien le debo un trabajo acucioso de estilo y revisión de la trama. A Marcelo Simonetti gran lector, junto con Silvana Angelini quien me hizo creer en mí. Imposible olvidar a la que dio el golpe de gracia y de verdad, me hizo apostar por Todos nuestros fuegos, cuando aún no tenía título, valía la pena. Esa eres tú Magdalena Salazar. Lo mismo con Marcela Adaros quien vive en La Serena, no nos conocemos en persona pero es como si lo fuera. Obvio, a esta hermosa galería Artespacio que nos abrió la puerta para combinar dos expresiones artísticas que se nutren de la creación como lo son la escultura y la escritura. Gracias Rosita y María Elena. También a Lyuba e Ingrid que nos han deleitado con sus lecturas y comentarios.
        Alfredo Sepúlveda me orientó sobre Nueva York y el Chile de los ochenta. Y sin duda a Ignacio Rebolledo quien leyó la novela y me entregó una devolución que es el sueño de cualquiera escritora. Gracias Nacho por convertirte en mi editor y a Josefina Alemparte por abrirme las puertas de Seix Barral. Y a cada uno de ustedes por estar hoy junto a mí, estas son algunas de las personas puntuales, pero hay muchas en el camino que me marcaron, cada uno lo sabe, lo sé, esas amigas y hermanas que preguntaban cada tanto ´¿y la novela?´.
        Hace poco leí una entrevista que le hicieron en The Paris Review a Louise Gluck, Premio Nobel de Literatura del 2020, y ella expresa mejor que yo varias ideas. Considera que cualquier a que escribe es un buscador y declara ´miras la página en blanco y estás buscando, creo que es una bendición inconmensurable. Tengo 78 años y todavía estoy buscando´. La sigo citando: ´Debes confiar en ti, porque tu trabajo saldrá de lo que te obsesione, no saldrá de cosas que tú decida´. Louise Gluck se refiere a una búsqueda que no es intelectual sino humana. A los escritores nos interesa genuinamente el otro, un lugar, una historia. Entender desde lo profundo para crear mundos que se hacen reales por medio de la palabra.
        Estoy viviendo una contradicción. Mi felicidad hoy es inconmensurable y también la desdicha, porque estoy feliz cuando escribo y publico pero estoy muy triste cuando no estoy creando. En este momento me pregunto cuándo volveré a crear más Rivkas y ojalá tuviera la respuesta. Sé que tengo que esperar por el momento, pero también debo intentar traerlo de una u otra manera a mi taller en El Arrayán. Es común decir que el lunes comienzo la dieta,, y yo el lunes pretendo comenzar a escribir. Gracias queridos amigos por ser parte de este sueño y felicidad”.

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