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Oda a los calcetines #105

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“ Me trajo Mara Mori un par de calcetines, que tejió con sus manos de pastora, dos calcetines suaves como liebres. En ellos metí los pies como en dos estuches tejidos con hebras del crepúsculo y pellejos de ovejas” Oda a los calcetines de Pablo Neruda

Queridos amigos,

Doy la bienvenida a los veinte nuevos suscriptores de Oda. Espero que disfruten su lectura.
  Estoy segura de que cada uno de ustedes ha pensado sobre los calcetines. No solo abrigan, sino que si están bien elegidos, son el complemento perfecto para un look especial. Además son la clave para no pasar frío cuando caminas en la calle y en la noche, si sufres de pies helados, una buena solución es cubrirlos con ellos (además de ocupar guatero como yo). Cuando se me ocurrió escribir sobre este tema ignoraba que el Premio Nobel de Literatura, Pablo Neruda había escrito una oda a los calcetines y no pretendo igualar su pluma, solo divertirme junto a ustedes.

No ocupo sintéticos y los algodón son mis predilectos aunque siempre van combinados con un porcentaje de elastina. Lo importante es la proporción entre uno y otro material. A mí me gustan lisos, también con dibujos y colores. Intento rotarlos, es decir no ocupar muy seguidos los mismos porque pierden rápido la suavidad si los lavas mucho. Hace unos años comenzó la moda de los cortos, casi invisibles, diseñados para que no se vean. Me costó sumarme a ellos, porque dejé de divertirme en las mañanas. Para correr es fundamental usar unos de buena calidad y que no me aprieten el pie. Hace un tiempo me hice una ampolla bien grande porque se venció el elástico. 

La historia de los calcetines comenzó en el paleolítico cuando los cazadores cubrían sus pies con piel de animal. En la península de Jutlandia (Dinamarca) se encontraron los primeros tejidos con el dedo gordo separado de los otros dedos. En Grecia y Roma se popularizaron y eso se lo debemos a las mujeres. Ahora bien, en la Edad Media cambiaron por completo porque el pantalón y el calcetín era una sola pieza, pero el golpe de gracia fue con el reverendo William Glee quien inventó el telar de punto. Él quería que la reina Isabel le diera su bendición y patentara su telar pero no tuvo éxito. Se fue a la corte francesa y consiguió el apoyo de Enrique IV con lo que pudo fundar la primera fábrica de calcetines en Rouen.

Me encanta vestirme de negro y darle un twist con unos de rayas. O ver a un hombre con traje ocupando unos más audaces. Estoy de acuerdo eso sí que es matapasiones acostarse con calcetines o andar con unos con orificios. La moda que no tolero es ocupar hawaianas o sandalias con ellos. Algunos dicen que esta bella tradición se la podemos atribuir a Calígula, pero hay registros más antiguos, como el de Jutlandia o Egipto. 

John Cronin, un  joven con Síndrome de Down que junto a su padre fundó Johns Crazy Socks.  Él dijo algo que a mi juicio refleja lo que yo siento sobre esta prenda de vestir: “Los calcetines son divertidos, creativos y coloridos, y me dejan ser como soy”.

Un misterio sin resolver es por qué se pierden, sobre todo, cuando uno los lava. ¿Tendrán vida propia?

Mis recomendaciones

  • Un libro: Ceniza en la boca de Brenda Navarro (editorial Sexto Piso). Lo leí en menos de veinticuatro horas, es fuerte y no sé si para cualquier gusto. Pero de que es una buena literatura, no hay duda. Arranca con la muerte de Diego, un joven mexicano que vive junto a su familia en Madrid. Además estoy demasiado emocionada porque entrevisté a la autora para Espiral y quedé tan feliz.
  • Un documental: Arnold (Netflix) No soy fan de Arnold Schwarzenegger pero me entretuve mucho conociendo sobre su historia que va mucho más allá de un actor de Hollywood y haber sido el gobernador de California durante siete años.

Mis momentos

  • Fui feliz: Al leer este comentario que escribió una alumna del taller de lectura de Premios Nobel: “Nunca me habían gustado tanto los días martes, gracias @karencodner”.
  • Aprendí: En Chile te conviertes en adulto mayor a los sesenta años.
  • Agradezco: Que se me haya ocurrido ocupar hawaianas para entrar y salir del estacionamiento de mi taller luego de la lluvia porque así evito que los zapatos queden llenos de barro.

Lee. Escribe. Crea con calcetines.

Karen

 

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