Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Este boletín es para los curiosos que desean una vida plena y pausada.
Compártelo, me harías muy feliz.

Querid@s amig@s:

Les agradezco a los que me escribieron por lo de mi mamá. Fue muy lindo y además algunos compartieron su propio duelo. Aquí sigo viviendo con mi pena pero también los días y las noches sirven para ir aprendiendo a respirar de otra forma y a buscar consuelo en la familia y amigos.

Unas noches atrás dormí poco y ahora, haciendo un recuento, entiendo porqué: pequé contra mi higiene del sueño.

Errores:

1. Trabajé hasta las 11 de la noche.
2. En mi cabeza organicé el día siguiente lo que me llevó a un imposible: ¿cómo alcanzaré a correr 10 km, ir al gimnasio, hacer el boletín, terminar de preparar la clase, ordenar las cosas para irme a la playa?
3. Tomé bebida y comí chocolate sin azúcar cerca de la medianoche.

Aciertos:

1. Hice un gran esfuerzo para dejar atrás esos pensamientos, olvidarme de cómo sería mi día y me fui a mi cama a leer. Solo que no leí algo que me invitara a dormir.
2. Anulé mi ida al gimnasio a las siete de la mañana  y el trote posterior. 
3. Detuve los pensamientos autodestructivos del tipo “para qué estoy haciendo esto”.

¿Y a ti te cuesta dormir?

Entonces me puse a leer, leí y leí Harry Potter y el misterio del príncipe, pero poco ayudó  a mi cometido: dormir. No vi la hora en el reloj despertador -yo ocupo uno muy sencillo en mi mesa de noche, el celular lo dejo en el clóset-  y por el silencio intuí que debían ser más de las dos. Mi marido estaba fuera de Santiago por lo tanto, tenía la cama solo para mí. Dejé a Harry y fui por mi iPad, vi la hora, ya eran las 3 am, intenté escuchar el podcast de Salud Mental, pero no tuve paciencia. Desprogramé la alarma del reloj despertador. Busqué mi iPad y recordé que mi hija me había recomendado una aplicación que simula el papel,  con el lápiz para IPad escribí sobre el desvelo, algo que salió más o menos así: 

“Son las 3.44 Sam. Estoy batallando  desde las 11.30 y puse el despertador a las 6.25 y otro a las 6.32. Pero mis preocupaciones no me dejan dormí. Decidí correr la  alarma a las 8 am. Le mandé un mensaje a mi profesora  Sofi (voy al gimnasio los martes y jueves a las 7am): “no puedo dormir. Estoy cansada. No iré”. Me alivié. Vuelvo a la cama y leo a Harry Potter, no me da sueño. Leo y leo. Cambio a los cuentos de Tillie Olsen que las otra noches habían funcionado como somnífero. No miro la hora. Pero la miro. Ya es la 1 am, cambio otra vez el reloj para las 9 am y sigo leyendo. Intento olvidar la pena de mi mamá, las dudas literarias, del podcast y del boletín. Leo el cuento Dime una adivinanza que me aburre mucho. La mujer agoniza, qué mal cuento para leer en este momento… Podría irme a correr. Intento con Diario de Japón de María José Ferrada, pero no puedo. Son las 4 am y muchas veces pongo el despertador a las 5.45 am para salir a correr. Pero hoy en vez trato de volver a dormir”.  

Hace meses que leo Harry Potter de noche, me había traído buenísimos resultados. Pero desde que comencé el quinto número de la saga, Harry Potter y la Orden del Fénix en vez de relajarme me voy comiendo las páginas. Por ende, ya no es una lectura recomendable para llamar a Morfeo. Me impacta J.K. Rowling. Estructuró mundos fantásticos con ideas increíbles, un ecosistema impecable y se dio el lujo de inventar atributos que funcionan de manera perfecta. Traspasa las complejidades de los humanos que tenemos  en la política, en la familia, en los amigos al mundo de los magos. Tanto los muggles (personas comunes y corrientes) y  los magos, enfrentan los mismos problemas de violencia, engaño y maltrato. Podría parecer un típico relato de las fuerzas del bien contra el mal, sin embargo, hay muchas capas y  da para interpretaciones complejas. La magia es un medio para acelerar o destrabar la historia, pero al final, contra  la maldad  existe una sola arma realmente eficaz. (No quiero dar spoilers). 

En términos estilísticos está narrado en un tiempo muy activo, con muchos sucesos, no tienes descanso. Las claves de la trama se exponen al comienzo de cada libro y acompañan toda la historia. Me da lo mismo lo que digan los detractores de la autora inglesa, con argumentos sobre su postura política u otros. La verdad es que ella se dedica a escribir y ha creado una revolución literaria, y pocos lo han logrado.

Solo le pido que me regale una varita mágica con una capa y me haga dormir las siete horas que necesito ¿ya? Y disculpen si hoy mi redacción está un poco floja, la falta de sueño y exceso de magia me tienen confundida.

¿Para qué le pedirías la varita a Harry Potter? Espero tu comentario en karen@karencodner.com

El mundo creado por J.K Rowling me impresiona y en vez de ser una ayuda para dormir se convierte en una excusa para no hacerlo

Van mis recomendaciones:

🎬 Película: “Alicia en el país de las maravillas”, me fascina, me fascina y me fascina.

 📖 Libro: Si no quieres leer todos los Harry Potter, anda al quinto y al sexto. No es necesario leer los anteriores.

Algo que aprendí: En 1916 una buena parte del Imperio austrohúngaro pasó a manos de Polonia y el escritor Joseph Roth nunca se pudo recuperar que su natal Brody (hoy Ucrania), ya no fuera parte de ese desmembrado imperio.

Agradezco: A mi familia que vino a casa para Rosh Hashaná, el año nuevo judío, estuvo precioso.

Un momento feliz: Corrí 22 km el domingo pasado después de tres semanas que había estado a media máquina.

Lee. Escribe. Crea con magia

Karen

PD: Este boletín es para los curiosos que desean una vida plena y pausada. Compártelo, me harías muy feliz.

¿Te gusta escribir pero no sabes cómo comenzar?

Portada libro Cuaderno de escritura

Gracias!

Abajo encontrarás el enlace de descarga: