Te presento la alucinante entrevista a Luis Gnecco, una nueva conversación en mi podcast Celular. Un llamado a la creatividad. Conoce las lecturas del actor, su biblioteca, sus autor@s favorit@s, su rol de padre y cómo vive la pandemia.
Hola, hola ¿cómo están? Grabo este capítulo hoy jueves 4 de junio con una alucinante entrevista a Luis Gnecco, no solo es actor de importantes producciones internacionales como Prófugos y Narcos y en la inolvidable película Johnny cien pesos (1993) y en Una mujer fantástica (2017), ganadora del Premio Óscar a mejor película de habla no inglesa, y Los dos papas (2019). Ahora lo encuentran también haciendo teatro digital, modo nueva realidad Covid. Este sábado lo voy a ver en El duelo, la obra de teatro on line escrita por Rafael Gumucio, ya compré mis entradas para este sábado. También está probando suerte con los audiolibros y lo puedes escuchar leyendo el insuperable cuento “La dama del perrito” de Antón Chéjov en Emisor Podcasting.
Lucho, como le dicen, es alucinante, inquieto, con opiniones que salen de la media y de una conversación rápida.
En un par de semanas es el día del padre y se me ocurrió entrevistarlo en vistas de eso. Pero sobre todo porque en el episodio #18 les di 8 tips para organizar los libros ¿lo escuchaste? A mí me encantó, ay sé que no debería decirlo, pero es interesante aprender de cómo algunos escritores arman su biblioteca, le dan vida, la organizan.
Pero volviendo a Luis Gnecco -la entrevista duró casi dos horas, obvio que aquí te la doy editada- conversamos obvio sobre libros, pero también de otros temas que no dejan a nadie indiferente, como el movimiento social de octubre del año pasado, la nave espacial, leer en italiano, la vida en Covid, y tanto, tanto más.
Mi recuento personal
En las últimas semanas me ha surgido una inquietud: el paso del tiempo en época de pandemia. Me doy cuenta de que los días vuelan y las semanas igual. Si no llevara una bitácora desde que comenzó la pandemia no tendría claridad de lo que me ha sucedido y del mundo en general. Me empiezan a suceder cosas cuando veo que muchos sufren, que los números de infectados aumentan, que abuelos y padres mueren sin despedirse de los suyos.
Se suma a todo esto lo que sucedió en Minneapolis, Estados Unidos, con el asesinato de George Floyd. No he querido ver el vídeo porque sé que me va a afectar tanto que prefiero leer y escuchar podcast sobre el tema, así me estoy informando.
A veces todo sucede abrupto, demasiado para mí, me siento como Mafalda ¿te ha sucedido?
Sigo con mi huerta y el lunes tuve otra clase particular con Michelle de Chilehuerta. Estoy impactada, aprendí que la cáscara de huevo es un excelente antídoto contra las babosas.
Otra cosa que retomé es el yoga con Yogalab. Lo estoy disfrutando mucho, porque estaba tan “tiesa” que ni siquiera me podía secar bien con la toalla después de la ducha. Yo soy súper elástica y me espantaba sentirme así, como una estatua.
Ah, casi me olvido. Me sumé al taller de pan de Carola Soza -está en instagram como bread Carola Soza– y por fin estoy entendiendo cómo funciona la masa madre, no tenía idea lo que era el levain, una poderosa levadura, ahora creo que sé un poco más, son tantas cosas. Y me enteré que un querido amigo, Pablo Brancoli (si me escuchas, te admiro) también hace pan de masa madre y me ha ayudado mucho. Por fin entiendo porqué me pasaron biología en el colegio, después de 30 años ¡la estoy aplicando en el pan y en la huerta!
Estoy leyendo, leyendo mucho más. Hace poco vi la película del libro Nosotros en la noche de Ken Haruf y la disfruté casi tanto como el libro, hasta lloré. También terminé un libro de cuentos de A.M. Homes Días de temibles. Hay cuentos magistrales.
En otro tema me pregunto, ¿cómo editar una novela en tiempos de Coronavirus? Podría escribir un libro sobre eso, la lentitud y la falta de concentración, la sobre exigencia. Ha sido tan difícil avanzar que el miércoles pasado me encerré en mi pieza, armé un mini escritorio y me desconecté por completo del mundo. Dejé libros, teléfono, agenda, todo fuera. Solo yo y mi escritura. Pero a veces la escritura, y esto es bien importante para todos los que quieren iniciarse, es más que escribir un libro, un cuento, una crónica. Escribir es respirar, es volver al centro, a conocer y recordar. Por medio de lo que uno va escribiendo se recrea en ese pasado, entiende y trasciende de una manera particular. Les digo a mis alumnos: cada uno escribe sobre lo universal pero desde uno, desde la experiencia más única y maravillosa, que es la individualidad dentro de un planeta que nos está exigiendo.
Puede ser que esté hoy reflexionando sobre esto porque necesito convencerme del sentido de perdurar en mi carrera como escritora. Sí, lo más probable, me imagino que alguien que escucha me entiende, ojalá me des animo, fuerza y me escribas. Siempre estoy disponible en mis redes y en mi correo karen@karencodner.com.
Te invito a disfrutar con Luis Gnecco, te invito a soñar, a escribir y volver a escribir.
KC: Hola Luis ¿Cómo estás?
LG: ¿Cómo te va? ¿Cómo estás tú?
KC: Muy bien ¿Qué estabas haciendo cuando iban hacer las 11 y te iba a entrevistar? ¿En qué estabas? ¿Qué te interrumpí?
LG: Estaba llamando a una farmacia, que la madre de mi hijo me encargó de llamar a la farmacia porque ella estaba muy ocupada, entonces me dijo “llama tú a la farmacia”, porque hay que encargar los glóbulos, esas tonteras, que dicen que es útil, esta cosa antroposófica, que al cabro hay que darle veinte mil globulitos de cosas, bueno, pero, en fin, pero funciona dentro de. Estaba tratando de llamar y grabando cosas, tenía que grabar una prueba con acento español para mandar a España, para una serie. Los españoles no creen que tú puedas hacer…
KC: ¿Cómo es tu acento español?
LG: El acento español es (imita acento español) … no, ya lo hice ya mandé la prueba. Pero ellos le llaman el acento castellano a eso, el acento castellano, yo le digo acento español, todos tenemos acento español, pero no me dice, “ese es un acento castellano que es de una parte de España”, porque claro, los andaluces hablan de una manera, los gallegos de otra, es muy bonito. Los acentos en España son muy bonitos.
Bueno, estaba haciendo eso, mandé hartas pruebas, mandé otra cosa y un video que me pidieron para una campaña del COVID-19, que afecta a las personas que trabajan en el sector privado, la Ley Postnatal de Emergencia, estaba grabando eso, que a uno le piden. Ayer estaba retuiteando también una cosa del trabajo doméstico…
KD: Me fascinó, lo vi en Instagram.
LG: ¿Lo viste? Bonito ¿o? ¿Sabes quién me mandó eso? Me lo mandó la asistente, que ahí me enteré, que era la asistente de él, una chica que se llama Icunacury Acosta. Icunacury es un nombre de una etnia mexicana, ella es la asistente de Alfonso Cuarón.
Entonces viste que Cuarón después de Roma, la película y del éxito de la Yalitza Aparicio, hay toda una cosa con el trabajo doméstico y tal, entonces el tipo le está pidiendo a varios actores, amigos, conocidos, yo no lo conozco, pero yo sé que el tipo me conocerá, y están como promocionando un poco eso, que tiene que ver con el trabajo doméstico, es bonito el video, además.
KC: Muy.
LG: Bueno yo también me preguntaba, ese video yo lo posteé, y porque además al final está el logo que habla de la gobernación mexicana y a mucha gente le gusto, a mí me impresionó, yo pensé que me iban hacer bolsa, tuvo, ya va como en doce mil visitas, está muy bonito, pero yo veía ese video, y decía, este video, porque además dice: “pam pam”, aparece el WhatsApp, dice: Joven Luis. “Ay Joven, es que hoy día voy a tratar de ir a su casa” ¿Me entiendes? es una pequeña película, la nana que los patrones la van postergando hasta que están estos patrones que finalmente le dicen: “no se preocupe le vamos a pagar su sueldo entero” y todo esto con una musiquita muy melosa de fondo. Si ese video hubiese sido hecho en Chile, o sea, no te explico la bataola que se arma, de ¿Por qué nos aprovechamos del trabajo doméstico? ¿Por qué, digamos, hacemos esta especie como de cosa tan obvia con el trabajo doméstico? te lo juro. Sin embargo, personas que sí me pusieron like, personas que sí vieron el video, y como que se interesaron en el video, si ese mismo video digamos, pieza gráfica, hubiera sido hecho en Chile, te aseguro que despierta una polémica, y una bataola. Entonces, algo pasa, en este lugar físico, especifico, territorio que se llama Chile, donde estamos con la realidad así y no tenemos ninguna capacidad de distanciarnos de la realidad, ni una capacidad ver, ni una capacidad de oxigenar, de en fin, de tener cierta, no lo sé, estamos demasiado empantanados en estupideces, y basta que, muchas veces, veamos una cosita distinta, es curioso lo que impone la distancia, es curioso, muy curioso, lo que pone la distancia.
Alucinante la opinión de Luis Gnecco sobre crisis en Chile
KC: Y has nombrado, este país, la crisis, la crisis que vivimos y todo, cansa ¿No? Cansa un poquito vivir así.
LG: Si cansa, cansa porque los argumentos son cansadores, cansa porque efectivamente, a mí me pasó con la crisis del 18 de octubre, me distancié de muchas personas porque mi visión era otra, no era que no fuera necesario ni nada, pero fue algo muy curioso, fue obviamente una crisis que afloró, que explotó, explosión social se le ha llamado, de manera muy natural, pero rápidamente instrumentalizada por todos los sectores digamos. Y rápidamente mostró la verdad de la milanesa de todos los sectores, o sea de parte de un gobierno absolutamente sordo, insensible, de parte de sectores políticos que estaban viendo aquí una especie de la Revolución Francesa, ¿No cierto? Incluso la imaginería, el imaginario que había en torno a la plaza era como la libertad caminando.
KC: ¿Esa gran foto? ¿Te acuerdas, la foto?
LG: Una épica, la gente hablaba de la épica, de la épica en torno a la protesta, que a mí de épica no tenía nada, o sea, sí, esa épica, perdió un poco, hizo perder el sentido de lo que había detrás ¿Me entiendes? Hizo perder el sentido, hizo perder la importancia de otras cosas, y mostró también otras carencia y fracturas graves de nuestra sociedad, digamos, entonces es bien impactante lo que pasó, yo con eso me repliegue un poco. Me repliegue porque encuentro que lo eslogan, hay unos eslóganes, hay unos aprovechamientos y hay un imaginario en torno a eso, o sea por lo pronto, la cosa de Las Tesis a mí no me mueve ni un pelo, sin embargo, a pesar de encontrar que tienen razón en su reclamo.
KC: Estoy emocionada…
LG: Pero no puede ser que el violador siempre seas tú, o sea, los hombres ya somos todos violadores, siempre, como porque tenemos pene somos violadores, chao.
KC: Luis te lo agradezco enormemente, porque yo lo vi, y dije yo no estoy entendiendo esto. No estoy entendiendo, es como lo que hablaba de la generalización, o sea, ¿Todos los hombres son violadores, todos los estados, todos los carabineros? Entonces, ¿Las únicas santas somos nosotras?
LG: No lo sé, ahora el Estado tiende, si tú haces un análisis, el Estado tiende a ser violador, entre comillas, pero violador digamos, es ahí, hay un uso del lenguaje muy extraño. Entonces, independientemente que eso pueda ser, y tú me dices bueno, pero hay mujeres que son. Además, si tú ves discursos muchas veces de por ahí, hay en una sola frase, hay dos o tres palabras que son muy victimarias la ¿Cómo se llama? No es la violación de los derechos. La vulneración. La vulneración de los derechos de la participación, del espacio. Tú dices, pero esto es vulneración, vulneración, vulneración, entonces tú dices, ya pero ¿Qué es esto? entonces, bueno.
Además hay una estética, que a mí no me gusta en torno a eso, no puede ser que tengamos la misma estética de los años sesenta todavía, no puede ser que lo visual, que todo este movimiento tomé un cuerpo visual como de los años sesenta, o que todo sea, digamos, es peligroso decir estas cosas en público, pero hay algo feo en todo eso, que a mí no me gusta, hay una fealdad visual, que a mí no me gusta.
Sin embargo, también surgen cosas nuevas, como por ejemplo, estos cabros que están siendo ahora censurados, de este colectivo que proyecta cosas en los edificios, a mí gustó, eso es alucinante, lo que ha surgido ahí, alucinante. Por ahí tienes tú una visualidad, una estética distinta, y una cosa que es alucinante porque engloba toda una serie de cosas, por ejemplo, proyectar la palabra «hambre«, es alucinante, proyectar la palabra «reclamo» es alucinante. Hay otro tipo de intervenciones urbanas, en fin, han surgido cosas obviamente, pero también para mí gusto son las menos. Perdón, en lo que me interesa a mí, el resto, toda la cosa social, las reivindicaciones y también hay toda una cosa que surge, una especie de gran mentira, que es que una nueva Constitución va a solucionar todo. Que esta Constitución tiene que ser cambiada, sin lugar a duda, que hay un aprovechamiento político de ambos lados en torno a lo que significa cambiar la Constitución, sin lugar a duda, pero que una nueva Constitución le va a solucionar la vida a la gente de la noche a la mañana, eso es una gran mentira, es como lo mismo que sucede con las cajas de comida ¿Me entiendes? Entonces bueno, en fin, a mí me cansa un poco todo esto.
KC: Te quería contar que en el último podcast entrevisté a Mónica Lavín, que es una gran escritora mexicana, es una doña señora, es realmente tremenda, y ella dijo “Yo creo que estamos viviendo en una época puritana” , puritana en el sentido que hay una censura previa, el tipo de lenguaje que estamos teniendo que ocupar, esto de todes, y simplemente me decía lo veo por como uno se está manejando en la esfera creativa, en mis grupos de creación literaria, los temas, es como que hay todo una cosa de lo que está permitido y lo que no está permitido.
LG: Sí, es así, vemos por ejemplo hoy día todas las polémicas en torno al teatro, toda la polémica que surgió con la censura de la obra que dirigía Roberto Farías. Perfecto, Roberto Farías es un tipo que tiene, pesa sobre él, una acusación, no es de abuso, es de aprovechamiento, de hostigamiento, aparentemente, la persona que lo acusa, es una persona que públicamente, digamos públicamente no tiene nada, pero íntimamente todos sabemos quién es, una actriz que todos sabemos su vida íntima, pero sin embargo el tipo está haciendo acusado, él mismo se autodelató, se auto denunció, en fin, y claro, entonces está siendo víctima, es como un icono de algo, que ya no hay más iconos de nada, eso por un lado. Al tipo se le está prohibiendo, independientemente, insisto, yo no lo estoy defendiendo, ni nada, lo quiero y lo respeto, pero como tampoco estoy defendiendo a las personas que lo acusan, pero al tipo se le está haciendo un mal, como también se le está haciendo al teatro, y como también se le está haciendo un mal al actor en este caso que era, y al espectáculo que se hacía, porque se está censurando la idea que el actor, Gonzalo Valenzuela, que él se travistiera, entonces el hace un juego con esta virilidad, con su género, entonces no puede ser, es como cuando las gringas en Estados Unidos, se censuró al actor de Transparent, porque no era trans y hacía de un trans ¿Me entiendes? Y, por otro lado, después estos mismos grupos, colectivos, alzan las voces para la censura, “se censuró la proyección en la Plaza Italia, Plaza de la Dignidad, Plaza Baquedano”, ya no sé cómo se dice, por aquí hay que llamarles, todos, todas, todes, Plaza Italia, Plaza de la Dignidad, Plaza Baquedano, si es que no quieres ofender a nadie, porque habrá gente que querrá llamarle Plaza Italia, Plaza Baquedano, o Plaza de la Dignidad. Y ojo, también hay gente que querrá llamarle Dictadura y gobierno del presidente Pinochet ¿Me entiendes? independientemente, y lamentablemente son dos posturas, que conviven en este país, y habrá que entender y dirimir.
KC: Esa es la idea del lenguaje.
LG: Para eso es. Entonces, claro, se habla de censura, pero estos mismos colectivos censuran. Entonces es algo extraño, no sé. Francamente, puede ser que sea una visión.
KC: Ya lo hemos visto muchas veces en la historia, no es nada nuevo.
LG: No, para nada.
KC: Lo que pasa es que lo estamos viviendo.
LG: Si, estamos viviendo esto, y no sé si estamos muy, a ver, aparentemente deberíamos ser una generación que tuviera más consciencia. Yo no sé si la generación que vivió la Revolución Francesa, o qué sé yo, cualquier revolución, la Revolución Industrial, no sé si la gente que vivió la postguerra o la preguerra, en fin, tenían ese nivel de consciencia respecto al proyecto histórico que les tocaba vivir, no creo, o la gente que vivió la Peste Negra, o la gente que vivió el Renacimiento. El Renacimiento se estudia ahora, digamos, pero la gente no es que dijera: “Oh, estamos siendo protagonistas de un movimiento histórico alucinante” o no sé qué, el enciclopedismo o no sé ¿Me entiendes? Pero nosotros si tenemos consciencia del periodo histórico que estamos viviendo y curiosamente lo seguimos viviendo como si fuéramos macacos, sin hacer la abstracción y tomar la distancia suficiente, sin pensarlo, y a esta altura con todos los medios que tenemos deberíamos estar insertos en esto, obviamente estamos viviendo una pandemia , estamos todos encerrados en nuestras cosas, como que el virus asolara afuera, si estuviéramos en la Edad Media, no sé, andarían carros con muertos y estaríamos rezando en las casas para que el demonio no entrará en las casas, o qué se yo que, pero tenemos esta conciencia y sin embargo, seguimos comportándonos, como si fuéramos, no sé, francamente como personas muy muy primarias. A mí me llamó mucho eso la atención. Y eso me llama mucho mucho la atención, o sea, hoy día ponte tú, se lanzaba un cohete espectacular para la estación espacial….
KC: A las cuatro.
LG: Un cohete de Elon Musk, que además está nutriendo a la industria espacial gringa, y ya, mira lo que hacemos ahí, y mira también como estamos, o sea, con estos miedos, con estas pestes y con esta incertidumbre e incertezas, y sin saber nada, nada de nada, seguimos
KC: Tenemos que empezar hablar de libros, si esto se trata de libros. Pero estamos tan…
LG: Pero no hemos hablado nada libros.
KC: Nada, estamos pésimos, empecemos (se ríe)
LG: Hago hartas cosas, sí.
KC: Pero antes del libro necesito preguntarte ¿Cómo ha sido la experiencia haciendo teatro on-line con la obra y Clase magistral? que no alcancé a sacar entrada, y espero poder hacerlo.
LG: Tenemos el desafío, mientras hablo estoy buscando cómo se llama la obra, de hacer una obra a la semana, nos ha ido bastante bien y ha sido raro al principio cuando me lo propusieron fue como decir, ¿Qué es esto? ¿Es teatro o no es teatro? ¿Cómo se hace? ¿Cuáles son las reglas, las características? Y finalmente todavía hay como una polémica en torno a esto.
“El duelo” se llama, y que tiene que ver con personas que están llamadas, a despedirse unas a otras, desvincularse de sus trabajos, bueno.
KC: Eufemismos
LG: Entonces claro, cuando me propusieron hacer esto, yo decía esto ¿Es teatro o no es teatro? en fin, qué es esto ¿No? Porque claro uno no tiene contacto con el público, pero fíjate que, a poco andar, y hemos tenido mucha critica por esto, de puristas, porque hay gente que le gusta hacer la taxonomía de la cosa: ¿Qué es esto que estamos haciendo nosotros? ¿Es una entrevista, no es una entrevista? ¿Qué es? ¿Cómo se cataloga? ¿Quién eres tú? ¿Eres periodista o no eres periodista? y ¿Yo soy quién? ¿Me entiendes? Hay personas que antes de bajarse de la cama, le gusta tener unas certezas, yo no soy mucho de buscar esas certezas, yo como que me tiro no más.
LG: Ahora yo te digo que cada vez, mientras más lo hacemos, más teatro a mí me parece. Un tipo de teatro especial, porque también decir que estamos en una normalidad es una tontera, ya vemos lo que le pasó al gobierno diciendo que estábamos en la normalidad, se le fue todo el tinglado al carajo, y la verdad es que no estamos en una normalidad, por tanto, este es un teatro, es como no sé, supongo que el teatro o los conciertos o lo que se hacía en el metro de Londres en los bombardeos o no sé. o lo que se hacía en ciertos momentos de gran, como decirte, de gran agitación histórica, no es un momento normal, estamos viviendo una pandemia, con un virus mortífero, entonces bueno, es la forma de hacer teatro en este minuto, y cumple con todas las reglas del teatro, ensayamos, logramos crear un círculo de comunicación, de desarrollo de ciertas emociones por muy frío que sea este intercambio, hay un público, que juzga, que ve, hay una entrega ¿Me entiendes? Hay un fenómeno comunicativo, que una persona en su casa ve, recibe y analiza, y este fenómeno comunicativo pretender tener una influencia sobre esa gente. Bueno, eso es teatro. Inclusive a mí me pasa, no sé qué te pasa a ti, pero a mí me pasa que darnos este tipo de comunicación donde yo te veo, te veo bastante bien, l
KC: Cuando tú estás haciendo teatro ¿Tú ves las distintas caras de los asistentes, ¿Cómo funciona esto?
LG: No, funciona a ciegas, digamos, es bien raro, la emoción está entre los ejecutantes, pero después la cosa previa, cuando la gente va entrando en la sala, tú puedes ir deslizando la pantalla, y viendo quien está o no está, pero después hay como un conversatorio, que me carga esa palabra, pero existe, con la gente, y ahí efectivamente tú puedes recibir la reacción del público. Ahora también hay un chat, si está conversación estuviese siendo en vivo, la gente estaría opinando.
KC: Se puede quedar pega la pantalla.
LG: Exacto, que sé yo, lo mismo que te puede ocurrir arriba de un escenario, que te resbales, que te caigas, que te quedes afónico, que sé yo ¿Me entiendes? Entonces es un teatro puro y duro con todas las de la ley.
KC: * Tú acabas de empezar una nueva aventura con audiolibros.
LG: Y ahí me quedó el bichito de que se hace con esto y ahí fuimos desarrollando, hasta que llegamos a esta cosa de los audiolibros que hemos tenido una asociación, hay que decirlo, con Emisor Podcasting, que es esta plataforma de las radios del Canal 13, y a través de Emisor Podcasting, estamos teniendo ahí ediciones de lecturas cortas, por ejemplo, yo ahora estoy al aire entre comillas, leyendo un libro “La dama del perrito” de Chéjov, que se divide como en tres partes. La Paty García, otra voz, otra gran actriz chilena, y muy buena voz, está leyendo un libro de la María Paz Rodríguez, no sé cómo se llama el libro, se me olvida, pero, Néstor Cantillana estuvo leyendo un libro de Cortázar, yo estuve leyendo las cosas de Baradit, de Pancho Ortega, entonces es muy interesante lo que pasa ahí, han sido muy escuchados, son de las cosas más escuchadas en esa plataforma, Emisor Podcasting, que ojo, tiene gente muy buena y muy activa haciéndolo. Entonces es muy interesante.
Bueno a mí siempre me ha gustado leer, no soy un gran lector, ni mucho menos, me gusta el fenómeno de leer, me gusta el fenómeno de lo que pasa. No, en serio hay gente que ha leído veintisiete veces más que yo, pero me gusta el fenómeno lectura, trasmitir una ficción, lo que pasa ahí en el momento de la lectura, privado o público, me gusta todo lo que pasa en torno ahí ¿Me entiendes? Y me encanta.
LG: Si obvio, yo igual, estoy lleno de libros, entonces, es como, el objeto libro, el libro viejo, el libro nuevo, el libro todo ¿Me entiendes? Entonces es alucinante. Mira de chico a mí me llamo mucho la atención una imagen…
KC: Eso quiero saber, el niño, ¿cuándo empezaste con esto, niño lector?
LG: De chico, te iba a contar, me llamaba mucho la atención, mi padre leía, mis padres eran gente muy sencilla, pero mi padre era un gran lector de cosas policiales, y mi mamá como de los típicos best sellers, personas que leyeron mucho, y les encantaba leer, y me encanta eso a mí. Leer es leer y aunque tú leas a la Corín Tellado, lees, eso es fantástico y esas son historias geniales. Bueno, mis padres eran un poco más que eso, en mi casa siempre hubo colecciones de libros, pensando en que, si hay libros en las casas a los niños se les despierta la avidez por la lectura, que es muy cierto.
Me acuerdo de que había unas colecciones, y había un tomo de “Don Quijote”, y me acuerdo que está era una edición antigua, “Don Quijote” tenía unos grabados, los típicos grabados que se hacían de “Don Quijote”, y salía este caballero andante, Alonso Quijano, todavía no Don Quijote, hay un típico grabado que hay de un gallo muy flaco, haciendo una cosa como así, lleno de libros y cosas. Entonces a mí me llamaba mucho la atención el lugar donde estaba Alonso de Quijano, en un lugar de la Mancha, imagínate, cagado de calor, como que uno podía ver eso, ese calor manchego, no sé qué, y el tipo ahí en una cuestión perdido, y como con todas las criadas diciéndole que el señor está loco, porque vive leyendo, vive en su mundo, es alucinante.
Nosotros siempre hablamos de Shakespeare, Molière, pero Cervantes, es, o sea todo en la lengua castellana debería llamarse Cervantes, en Argentina, Buenos Aires, que son un poquito más culto que nosotros, hay un teatro Cervantes, deberían haber avenidas Cervantes. En España el aeropuerto, se debería llamar, no sé cómo se llama el aeropuerto, se llama Barajas, o se llama, creo que le pusieron Suárez, Alfonso Suárez, por un presidente. Debería llamarse Cervantes ¿Me entiendes? En fin, es un genio, es un grande, ósea lo que hizo, finalmente, con este personaje, es alucinante, o sea la metáfora de “Don Quijote de la Mancha”, que de tanto leer libros comienza se mete en este mundo de alusión, es espectacular.
KC: Pero ¿Ahí empezaste a leer? ¿Dirías que ese es tu primer contacto emocional con la lectura?
LG: Sí, porque leía algo, porque leía algo.
KC: ¿Cuántos años tenías más o menos?
LG: Ocho.
KC: ¡Ah!, chico.
LG: Sí, sí.
KC: Era Cervantes digamos.
LG: ¿Cómo?
KC: Para leer a Cervantes a los ocho años igual…
LG: *. Lo que te iba a decir, que no leí mucho, digamos, leía como partes, pero es bien alucinante lo que me paso ahí, porque efectivamente me acuerdo de pasajes del Quijote. Leí eso y leía otras cosas como unos libros medios franceses, medios traducidos, todo esa como literatura entre comillas clásica, que estaban ahí en mi casa, obviamente no me leí el libro entero. Pero eso me fue dando un poco la entrada ese mundo, que lo recuerdo como un mundo muy rico, muy alucinante. Bueno era otro, yo tengo cincuenta y siete años, imagínate, eso era la prehistoria, hoy es imposible. Aunque a pesar de que los niños, uno los puede meter.
KC: Tú fuiste un papá abuelo, digamos, hace pocos años, hace tres años ¿No?
LG: Siempre me preguntan a mí, yo siempre respondo en forma, más o menos violenta, cuando dicen “es su hijo” le digo: “no hueón es mi nieto” porque a veces me lo preguntan al revés. No sé por qué me pica tanto, que me digan eso, pero…
KC: Porque es cierto (se ríe)
LG: Porque es cierto, pero eso de papá abuelo. La verdad, yo creo que fui papá abuelo de mis cabros más grande también, porque yo como papá, tengo que decir, o sea creo ser un buen padre, pero creo ser mejor papá cuando los cabros ya son más grandes, no sé cómo decirte, es como, a lo mejor soy igual de malo, que cuando son chicos, pero esa cosa de sentarse jugar, como con los, a mí me gusta jugar con las hueás que a mí me entretienen ¿Me entiendes?
KC: ¿Qué juegas?
LG: No sé, armar cosas, con el Piero juego a armar cosas, algunos juegos son más entretenidos que otros. Por eso, la verdad es que esa es una tarea de las madres que son absolutamente de otro pelo en términos emocionales, esa cosa de vocación de sentarse, o de los profesores, o de las nanas, o qué sé yo que, sentarse a jugar con el niño, guau, o sea si yo me entretengo estoy bien, si no me entretengo, estoy mal y claro, los niños no necesitan eso, los niños te necesitan tiempo completo y a todo disponibilidad, no es como si es que el papá está entretenido, bien, y si el papá esta aburrido, mal ¿Me entiendes? Entonces en ese sentido creo ser un pésimo padre, después cuando grande, me llevo muy bien ponte tú con mis hijos mayores, en términos de conversaciones de cosas, me llevo mejor con la Martina que tiene 23 años, porque siempre fue vieja chica, y es como mi amiga, mi confidente ¿Me entiendes? Con Mateo, que tiene 19 años, es un poco más dificultosa la cosa porque mi compadre es un alma muy revuelta, me encanta, lo amo, pero ¿cachai? son también, no sé, son relaciones de verdad, si yo creo que con los niños uno tiene que establecer relaciones de verdad. Y con el enano chico, con el Piero, él es un exquisito, es una luz, pero sí, yo no tengo esa vocación de estar ahí, de jugar, y estar, y entretener, o sea no. Entonces en ese sentido, creo que soy un padre abuelo, porque los abuelos que es lo que hacen, por eso se me ocurrió hablarte de esto, porque dicen que los abuelos como que gozan no más a los nietos, no tienen responsabilidad, bueno, los padres tenemos responsabilidades, pero claro, yo tiendo a ser en ese sentido, más abuelo que padre, digamos, a mí ponte tú salir a pasear, ir a la plaza, a los juegos, me aburre pero tremendamente. Ahora con la cuestión de la pandemia he salido más a pasear, porque hay que salir dos veces al día a pasear a la perrita, y ahí es interesante lo que pasa en esos paseos, cachai, es bonito lo que pasa, pero el paseo.
KC: ¿Lees con Piero?
LG: Sí, mucho, sí me encanta porque además ahí aprovecho mis dotes actorales, entonces, ponte tú, me he preocupado en mis viajes de, sobre todo en estos últimos años en Italia, cachai, bueno en Italia tiene una industria editorial alucinante, aprendí hablar bien italiano, y sobre todo, un día como que hice pum, se me iluminó la ampolleta y comencé a leer en italiano y entretenido, entonces es un mundo nuevo que se despierta, digamos, se te amplía, es como cuando yo leo en inglés, cada vez mejor, pero no te podría decir que soy un gallo que puede tener su biblioteca en inglés, digamos, pero aspiro a eso. Entonces, pero, sin embargo, los libros infantiles italianos son alucinantes, y son unas historias muy bonitas además, entonces bueno, “Pinocchio” sin ir más lejos.
Creo que la lectura para los niños tiene que ser así, ahora hay unos libros más entretenidos que otros.
KC: ¿Cuál se te viene a la cabeza? Para un niño de tres o cuatro años.
LG: Mira aquí hay uno, pucha es que yo para los nombres soy malo, si esa gente que tiene, pero ponte tú hay uno que es una historia que se llama “El Grúfalo”, cachai.
KC: Sí
LG: ¿Lo cachai “El Grúfalo”?
KC: Lo he escuchado.
LG: Ya, “El Grúfalo” curiosamente yo pensaba, que en italiano se dice “Il Grufalló” pero es “El Grúfalo”, que es de una gringa, Julia Donaldson, ella es la escritora, son unos libros alucinantes.
“Libro infantil escrito por la escritora y dramaturga Julia Donaldson e ilustrado por Axel Scheffer”.
Entonces es una pareja de trabajo, no sé si serán pareja ellos dos, pero ella escribe y él ilustra. “El Grúfalo” es un monstruo como con un moco verde, como cochino, entonces tiene unas historias muy buenas, entonces es como un tipo monstruo no monstruo.
LG: Oliver Jeffers, sí, tiene uno ponte tú que es increíble, “El increíble niño comelibros”, ese se lo estoy leyendo.
KC: ¡Tiene todos los libros increíbles!
LG: Se lo estoy leyendo ahora, yo lo recomiendo absolutamente, si esto sale para el Día del padre. Oliver Jeffers, hay tres, uno que se llama “El increíble niño comelibros”, que al final el libro tiene como una mordida, cachai. “Cómo atrapar una estrella”, “Aquí estamos” , ese libro es alucinante, además, Jeffers, y es joven yo pensé que era más viejo, “Perdido y encontrado” es un libro de un pingüino que se va.
KC: Son todos lindos.
LG: “Cómo atrapar a una estrella”. ¿Los cachai? Son alucinantes. Bueno Piero es como experto en Jeffers.
KC: ¿Tú conoces a este? (muestra libro)
KC: ¿Dónde guardas tus libros?
LG: No los guardo, los tengo tirados, a mí me gusta tener libros siempre como por todos lados, a mí me encanta…
KC: O sea, es un caos.
LG: Si y no, a veces, mira ahí hay como libros tirados, por acá, aquí está libro de Pessoa que lo tengo como de consulta, “El libro del desasosiego”, que en italiano se llama, mira qué lindo, se llama “Il libro dell’inquietudine”, es precioso. Por allá tengo una traducción de García Lorca al italiano, un libro sobre Marx, por acá tengo un libro sobre Magallanes, un libro sobre la dimensión del lenguaje, acá tengo uno alucinante, que este es genial, te voy a leer unas cosas, se llama “Libro gráfico” sobre el peronismo, es precioso, porque está toda como la gráfica peronista, que es como un poco como Corea del Norte, entonces están como los decálogos peronistas, y es alucinante. Ah mira esta traducido al inglés la última parte no había cachado.
Bueno, en fin, de todo, por allá tengo unas bolsas con libros, porque me estoy, en fin, estoy en un proceso de cambio, no te puedo contar más. ¿Qué te iba a decir? Bueno, en fin, ah, el peronismo,
«Las veinte verdades del justicialismo, la verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere, y defiende un solo interés el pueblo» (imita acento argentino), este era el primer punto del peronismo «El peronismo anhela la unidad nacional y no la lucha. Desea héroes peor no mártires» (imita acento argentino)
Es alucinante este libro, en fin, no sé, bueno millones de cosas que tengo por ahí, libros gráficos, no tan gráficos, en fin, hay que estar rodeado de libros. A mí me encanta esa gente que tiene libros en la cocina, en el baño ¿Me entiendes? en todas partes, la verdad que los libros, sospecho de la gente, no es que sospeche, habla de las personalidades, es como que tú tienes tu casa todo perfecto, no, de esa gente que tiene los libros perfectamente ordenados en anaqueles, por colores, por títulos, por temas, bueno hay gente así no más. Yo no, a la como cayeron en el librero digamos.
KC: Y anoche antes de dormirte ¿Qué estabas leyendo?
LG: Anoche estaba tratando de hincarle el diente por enésima vez al último libro de Zambra, que no me gustó mucho, porque habla como, es raro, bueno Zambra, yo lo respeto mucho, pero ¿Cómo se llama el último libro?
KC: Poetas… algo.
LG: Sí, algo del poeta, es un personaje digamos, entonces el personaje habla con un lenguaje escatológico sexual, que tú dices ¿Por qué tanto? cada dos minutos dice: “Se lo metí no se lo metí, me lo chupó, no me lo chupó” cosas que tú dices ya, está bien, supuestamente un niño joven de 15 años habla así, pero ya esto irá a pasar de la página ochenta, de la página noventa, pero ya en la página doscientos, donde ya el tipo se supone que sigue, donde está como desarrollando su ser poeta sigue hablando de lo mismo, entonces me decepcionó un poco.
KC: Pero ha tenido tan buena crítica.
LG: Si porque es bonito el viaje digamos, pero me llamo la atención, es raro, obviamente no es que Zambra esté obsesionado con esos temas en este minuto de su vida, es extraño el ejercicio de hacer hablar a un personaje con ese lenguaje escatológico, hay que saber hacerlo, no siempre es exitoso ese ejercicio, y creo que a Zambra se le fue un poco de las manos, en ese aspecto. La verdad que el desarrollo de la historia de cómo este joven, con algunas trancas sexuales, cómo se convierte en poeta, es bien alucinante, y eso está muy bien dado, y ahí es donde tú dices, bueno este tipo es un súper buen escritor, pero es raro la utilización del lenguaje cotidiano, en fin, es raro, ahí estoy. Es que tengo unos libros, mira lo que pasa, la verdad es que últimamente he estado leyendo poco, porque estoy medio metido con una serie que estoy viendo, me está costando leer últimamente.
KC: Cuesta leer en pandemia encuentro ¿O no?
LG: Sí cuesta leer, me ha costado además que en la noche me quedo pensando en otras cosas, en fin, pero sí me ha costado darme el tiempo para sentarme y leer, además, curioso, porque he estado muy ocupado haciendo mil quinientas huevadas, es como raro.
A este le tengo, bueno lo comencé, fíjate, yo creo que le voy a hincar el diente a este, que se llama “Máquinas como yo”, que es de Ian McEwan, lo tengo en italiano, pero estaba muy bueno, y está traducido, ya salió la traducción en castellano.
KC: Mira lo que tengo por aquí (muestra libro)
LG: Ah, “On Chesil Beach”. Sí es bueno ese, “On Chesil Beach”. , es como la caída de una generación, es muy bonito, es bien angustiante. Pero este es muy choro, “Máquinas como yo”.
KC: Oye y ¿Cuáles son tus escritores regalones, que son tus preferidos?
LG: Me gustan harto los ingleses, esta generación de ingleses. Los gringos me gustan harto, hay algunos gringos, bueno
LG: Bueno ahí está esa generación de gringos que me gustan, hay unos españoles que me gustan, en fin, de todo, la verdad, no es que tenga un autor favorito. Ahora, me gusta harto Houellebecq, Amélie Nothomb, ella me gusta harto fíjate.
KC: ¿No te cansa la Amélie Nothomb?
LG: No, porque son cosas cortas, sí es cierto que es más o menos, puede ser un poco repetitiva, pero no me cansó, fíjate, no me cansa, creo que me cansaría más si fuera más largo, si sus relatos fueran más largos. Pero bueno, yo creo que ella está consciente.
Y chilenos, la Paulina Flores, la María Paz Rodríguez no la he leído, Zambra, está bien. Los clásicos no me gustan nada, ni Simonetti, ni la Carla Guelfenbein, para que hablar Gonzalo Contreras y toda esa generación, menos. A Fuguet no lo paso definitivamente, aunque a veces escribe cosas interesantes, como crónicas y cosas periodísticas. El Fuguet periodista me interesa más que el Fuguet autor. En fin, no vamos a dar con el tipo.
KC: Pero es interesante ¿de dónde vas sacando tus lecturas? ¿dónde vas descubriendo lecturas?
LG: Se me van ocurriendo, voy sondeando. Bueno, el otro día escuche algo que me hizo mucho sentido es que a la gente que le gusta leer, compra más libro de los que puede leer, porque yo siempre me he sentido culpable ¿No?
KC: De todas maneras.
LG: Sí porque pucha nunca voy a terminar de leer todo.
Y de autoras, a mí también me gustan harto la literatura argentina, a propósito de las citas, cualquier frase, textos que leas Alan Pauls, es bueno para la cita, bueno para la escritura torcida. Bueno Sabato, Borges, ahí hay algunos.
La literatura norteamericana a mí me gusta harto la verdad.
LG: Bueno, yo he estado leyendo por otras razones a la Isak Dinesen, “Out off Africa”, que esa frase alucinante con la que comienza ese libro:
«I had a farm in Africa, at the foot of the Ngong Hills»
Es precioso, ella me encanta a mí. Bueno esa película, que ahora está, durante años no estuvo, pero ahora está de nuevo, no sé si en Netflix está, “Out of Africa!», donde ella hacía ese juego tan maravilloso, ¿Viste esa película?
KC: La vi, pero la vi en el siglo pasado, digamos.
LG: Si, en el siglo pasado, pero es una película que hay que ver y volver a ver, porque es de un romanticismo alucinante y ella hace ese juego, tiene una historia, “Sí la mujer se levantó y fue a buscar el libro, bueno, cuando sentó ya era otra y miro lejos, y sintió que libro que tenía en las manos le había cambiado la vida» y yo te tiro esa frase y tú me tiras otra, ese juego, ¿me entiendes?, que hacían cuando no había televisión, donde no había nada, donde había una granja, farm en África. Y ese juego lo hacía la gente, ese juego también lo hacían acá, antes, en cualquier parte, tú vas al campo, y es alucinante, vas al campo, vas a la playa incluso, ni siquiera al campo, vas a la playa, ojalá que la casa no tengo televisión, bueno en general las casas no tienen televisión en la playa, bueno hay algunos hueones que van a ver televisión a la playa. Y tú te sientas al lado de la chimenea o frente al mar, y comienzas a leer, y te empiezas a contar historias, y comienzas a conversar, es alucinante. Ese es el mundo que hay que recuperar, que es un mundo más sencillo, y que espero que sea una lección de esta pandemia, recuperar las cosas sencillas y simples, en fin, como una buena conversación, que es la que hemos tenido, que ya debería terminar, creo.
KC: Sí, dime una cosa ¿Hay algo que te gustaría agregar para finalizar?
LG: No nada, ha estado todo muy bien. Lo único que me gustaría agregar que encuentres el libro ese …
KC: El de la Jhumpa…
Mientras yo voy a buscar el de la Jhumpa Lahiri en italiano.
KC: Busquémoslo, para no quedar con la bala pasada.
LG: La Jhumpa Lahiri es bien alucinante, y no sé porque está viviendo en Italia, creo que, por su marido, o porque está estudiando, haciendo clases.
KC: No, ella quiso aprender italiano.
LG: Porque ella quiso aprender italiano, eso.
Sabes que no he leído yo, que lo tengo aquí en italiano, que le voy a hincar el diente a la Elena Ferrante, ¿Qué tal la Elena Ferrante?
KC: No sé, a mí no me gusto, yo no me los terminé.
LG: Ah, es que hay gente que raya con ese, hay gente que raya con la Elena Ferrante. Pero bueno…
KC: Oye Luis, vayamos terminando.
LG: Sí vamos terminando, porque podríamos estar hablando aquí todo el rato.
KC: Podríamos seguir y seguir, esa es la gracia de estas conversaciones, personas desconocidas que se encuentran con libros, las lecturas, todo este tipo de cosa ¿no? es apasionante
LG: Sí. Bueno, Tobias Wolff se los recomiendo, imagina, dice, aquí estoy viendo, “Nació en Alabama en 1945” o sea, ¿me entiendes? tiene toda esa herencia, John Dos Passos, Steinbeck, bueno el mismísimo Hemingway, o sea, por favor. Y toda la tradición de autores, “Las uvas de la ira”, viste.
KC: Yo me metí en tu cabeza.
LG: Fitzgerald ahí no más tení, y toda la serie, viste que hay un volumen, que por ahí lo tengo, lo tendré que recuperar también, de la historia de los cuentistas gringos. Está editado, es un libro azul, que es una muy buena compilación, no se llama compilación eso, es un nombre más siútico.
KC: ¿Una antología?
LG: Antología, es una antología, de hecho, creo que se llama así, “Antología del cuento norteamericano”, es alucinante.
KC: Sí, lo tengo arriba.
LG: Hay unos cuentistas increíbles ¿La cachai?
KC: Sí
LG: Desde un tipo que se llama John Irving, el típico, que escribió el típico cuento del tipo que va subiendo por el Hudson, y supuestamente tiene un viaje alucinógeno, porque en esa época comían hongos alucinógenos, bueno lo mismo que “Las Brujas de Salem”, y el tipo tiene todo un viaje medio místico, medio alucinógeno, por esas tierras indias, llenas de espíritus, y cosas, alucinante.
Bueno todo ese mundo literario a mí me fascina, en general me fascina leer y los libros. Insisto, no soy un gran lector, estoy lleno de libros, he leído pocas cosas, pero no podría estar sino rodeado de esos objetos que se llaman libros, simplemente para tenerlos ahí no más, para tenerlos, y para de repente tener el placer de poder decir, voy a leer un cuentito corto, es como tomarse un buen café, hay que tener siempre buen café, hay que tener buen queso parmesano, buen jamón, buenos vinos, buen pan, buena pasta, y buena compañía y chao, está y para que salir de la casa entonces (Se ríe).
KC: Luis, muchas muchas gracias.
LG: No, gracias a ti.
KC: ¿Te dicen Luis o Lucho?
LG: Lucho más bien me dicen, Luis es medio sospechoso, Luis es un nombre medio siútico.
KC: Ya po Lucho. Ojalá este sea el primero de muchos encuentros porque fue maravilloso. Muchas gracias.
LG: Bueno Karen, encantado, que estés muy bien.
KC: Tú también, cuídate.
LG: Tú también, chao gracias.
Cierre de la entrevista alucinante a Luis Gnecco
Se los dije, Lucho es un gran, gran lector, inquieto, su biblioteca fluye, está viva. Los libros son parte de su ser, me encanta la gente así, apasionada, que busca, se informa y no se queda con las opiniones generales.
En el próximo capítulo voy a hablar sobre libros y padres, ¿has leído libros sobre la relación de los hijos y padres? Si es así, ojalá me cuentes cuáles ¿Cómo lo puedes hacer? Te suscribes a mi boletín, me encuentras en Instagram, Facebook y obvio ¡mi correo electrónico!
Te espero mucho y cuídate más.
Chaooooooo
Libros mencionados
La dama y el perrito
La máscara de la muerte roja
Don Quijote de la Mancha
Pinocho (Pinocchio)
El Grúfalo
El increíble niño comelibros
Cómo atrapar una estrella
Aquí estamos
Perdido y encontrado
El libro del desasosiego
Libro gráfico sobre el Peronismo
Ancianos relucientes
Poeta chileno
Máquinas como yo
En la playa de Chesil (On Chesil beach)
Deriva continental (Continental drift)
Rompe nubes
El juego (The game)
Todo es posible
En otras palabras
Memorias de África (Out of Africa)
Las memorias de un niño
Vieja Escuela
Aquí empieza nuestra historia
Las uvas de la ira
Antología del cuento norteamericano
Brujas de Salem
Autores mencionados
Antón Chéjov
María Paz Rodríguez
Julio Cortázar
Jorge Baradit
Francisco Ortega
Edgar Allan Poe
Corín Tellado
William Shakespeare
Molière (Jean-Baptiste Poquelin)
Miguel de Cervantes
El Chascas (José Ignacio Valenzuela)
Julia Donaldson
Oliver Jeffers
C.S Lewis
Fernando Pessoa
Federico García Lorca
Kate Tempest
Alejandro Zambra
Ian McEwan
Raymond Carver
Amélie Nothomb
Richard Ford
Paulina Flores
Pablo Simonetti
Carla Guelfenbein
Gonzalo Contreras
Alberto Fuguet
Teju Cole
Russell Banks
Alessandro Baricco
Orhan Pamuk
Alan Pauls
Ernesto Sabato
Jorge Luis Borges
Graham Greene
Cormac McCarthy
Elizabeth Strout
Jhumpa Lahiri
Isak Dinesen (Karen Blixen)
Elena Ferrante
Tobias Wolff
John Dos Passos
John Steinbeck
Ernest Hemingway
F. Scott Fitzgerald
John Irving